El ayuntamiento prevé mantener la feria de San Miguel tras el buen resultado de este año pero no concreta si lo hará con el mismo formato de esta edición, el ferial con atracciones y puestos de comida, o en un formato más reducido. Así lo concretó el alcalde cacereño, Luis Salaya, este lunes en declaraciones a los medios en relación al balance positivo que hicieron los feriantes de las dos semanas en el ferial y a la petición que trasladarán para que la cita se mantenga también en 2022.

La edición alternativa a la feria de San Fernando debido a la pandemia se despidió este domingo tras dos semanas de multitudes en el recinto en el que ha transcurrido. La idea principal en un primer momento era que se celebrara durante una semana en el ferial con atracciones y puestos de comida pero debido a la previsión de lluvias hicieron una propuesta al ayuntamiento para que se prolongara su estancia en el ferial durante al menos dos semanas más. La petición no era nueva pero en un primer momento el ayuntamiento descartó que pudiera estirarse la feria debido a que el recinto el siguiente fin de semana estaba reservado para Extremúsika. Como finalmente el festival anunció que no se celebraría, unas horas después de que se registrara la petición de los feriantes, Salaya dio el ‘ok’ y finalmente aparte del formato completo los empresarios han permanecido en la ciudad dos semanas. En ese sentido, el sector agradece la disposición a negociar y la flexibilidad del ayuntamiento y la gran acogida de público, ya que prácticamente todos los días se han producido imágenes del ferial con colas en las atracciones y multitudes en el recinto. 

Por su parte, el alcalde cacereño ratificó el balance positivo que hicieron los empresarios y aseguró que las dos semanas han transcurrido sin incidencias reseñables. Ya en relación a la continuidad de la cita, destacó que en este momento el ayuntamiento se encuentra en proceso de estudiar si es viable que la capital cacereña pueda acoger la feria de San Fernando y San Miguel en gran formato. Estimó en ese sentido que al margen de los ingresos por el cobro de las tasas a los feriantes, el desembolso del consistorio en el caso de una cita de estas características, es decir, la inversión que se hace en dispositivo de limpieza y seguridad en el caso en el que se instalen atracciones y puestos e comida y juegos en el ferial alcanza los 50.000 euros. «Nos gustaría mantener San Miguel y se mantendrá de alguna forma, y lo que queda por saber es si será en este formato o en otro, ha sido una muy buena experiencia y el otoño es una buena época para celebrarla, así que sí que nos gustaría mantener algo pero estamos en fase de hacer números porque todo cuesta mucho dinero, todo tiene un precio y hay que estudiar la viabilidad y el equilibrio financiero porque organizar unas cosas supone, a veces, renunciar a otras», concluyó.