El Cefot de Cáceres mantiene el pulso pese a la pandemia. En el segundo año de crisis sanitaria aunque ya con la situación más estabilizada, el acuartelamiento de Santa Ana sostiene su cifra estable de 4.000 alumnos anuales. En lo que va de año, el Ministerio de Defensa ha convocado dos ciclos, el segundo se incorporó este lunes con 1.381 futuros soldados. Este último corresponde al tercer reemplazo que acoge la base desde que arrancó el 2021. Los retrasos que provocó la pandemia demoraron la llegada del contingente del segundo ciclo de 2020 con 1.445 alumnos que llegó en enero y tras este reemplazo tomó el relevo el correspondiente al primer ciclo de 2021 con 1.316 aspirantes. 

Estos dos primeros ciclos han estado marcados por un fuerte protocolo para prevenir contagios y se han formado en dos turnos, 700 alumnos se trasladaban a las instalaciones para recibir enseñanza presencial y otros 700 recibían formación online. Ya en el último que juró bandera en julio sí se relajaron las restricciones debido a la estabilización de los contagios y en los últimos meses se les permitió a todo el reemplazo permanecer en las instalaciones de forma simultánea aunque en grupos burbuja e incluso se les permitió salir a la ciudad durante los fines de semana. 

Hileras multitudinarias de alumnos para realizarse el test de antígenos. SILVIA SÁNCHEZ FERNÁNDEZ

Contrasta en cualquier caso la realidad de los dos ciclos anteriores con la del que se incorporó este lunes, que será el primero oficialmente que se incorpora en la nueva normalidad. Aunque la base, según confirma la dirección, seguirá manteniendo restricciones como el uso de la mascarilla y turnos en determinadas actividades, el clima en el que llegaron los alumnos se aleja del que ha vivido el centro en los últimos dos años.

Ya sin turno establecido para aterrizar en las instalaciones, el grueso de los aspirantes se incorporó a primera hora de la mañana. De hecho, a mediodía más de un millar de los alumnos ya se encontraba en las inmediaciones. Tanto es así que el centro cacereño ofreció una estampa de multitud insólita en los últimos años. Todos los alumnos, en formación y con mascarilla, aguardaron a realizarse una prueba de antígenos antes de incorporarse a sus compañías. La elevada cifra de alumnos ha provocado que las cuatro compañías estén completas. El módulo menos numeroso sigue siendo el de mujeres, con 124 del total de 1.300. 

Entre ellas se encuentran María Sánchez (Melilla, 24 años) y Alba López (Córdoba, 25 años). La primera sigue los pasos de su padre legionario y los valores que le inculcó, espera «superarse a sí misma», asegura, y la segunda, tiene como objetivo ascender e incorporarse a la Guardia Civil. En el mismo propósito, el del ascenso se encuentra Alejandro Julián (Asturias, 25 años), que tras haber ejercido como programador y diseñador web, tomó contacto con la vida militar por un amigo. 

Tras el periodo de formación, los alumnos jurarán bandera el 28 de enero en una sola ceremonia en la que si evoluciona favorablemente la situación sanitaria la previsión es que pueda asistir público también al margen de los familiares acreditados. Por otra parte, la dirección avanzó también que los alumnos estarán autorizados a salir del centro durante los fines de semana aunque de momento con ciertas restricciones pero la voluntad es que a lo largo de estos meses puedan salir y entrar ya sin restricciones.