Hace 10 meses alguien encontró un décimo de Lotería Nacional perdido en la capital cacereña. El boleto premiado apareció en la vía pública (en el interior de una papelera). El ciudadano anónimo hizo lo que cualquiera, comprobar si era afortunado. ¿Conclusión? 60.000 euros de ganancia, aunque no le perteneciera a esta persona que lo tenía en su poder. En un gesto de inmensa generosidad lo llevó a la comisaría de la Policía Nacional. De momento no hay ninguna señal del ganador de dicha recompensa.

Sin embargo, que no aparezca el dueño no significa que no vaya a poder cobrarse. De hecho, si dentro de dos años (quedan 14 meses) sigue sin aparecer el propietario, podrá quedarse el décimo la persona que lo localizó. Así lo establece el código civil. Y precisamente para asegurarse poder cobrar el dinero, el ciudadano que halló el boleto en la calle solicitó a la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado que se ordenase la suspensión de prescripción de derecho de cobro, por tanto queda suspendida la caducidad del premio. De esta forma, si pasados los dos años no aparece el afortunado, el que se lo encontró podrá hacerse con los 60.000 euros.

El número 3.213 dejó un tesoro en la ciudad. Un total de 30 boletos con estas cifras, a 60.000 euros cada uno. 29 de ellos se cobraron ya. Se vendieron en la administración Candi (ubicada en la avenida de España). «Muchos de los clientes que lo compraron son abonados a ese número desde hace tiempo. Luego, están los que van en busca únicamente del 13 y otros es por pura casualidad. El ganador lo tiró sin darse cuenta o se le perdió y no se acuerda, pudo ser por un despiste o una equivocación. Es muy difícil que aparezca ahora, aunque ya se sabe de la picaresca de la gente, pero los sistemas de comprobación son buenos» , destaca a El Periódico Extremadura la propietaria del establecimiento, María Andrea Pascual.

No es la primera vez que algo parecido le ocurre a la lotera. «Unos años atrás tocó una Primitiva de 124 millones de pesetas a un cliente habitual, pero perdió el décimo en el Chíviri de Trujillo. El agraciado llegó a ir a juicio para intentar acreditar que el cupón premiado era el suyo, pero no lo consiguió. El boleto nunca llegó a aparecer y se quedó sin la recompensa», apunta.

El décimo premiado se encuentra en un lugar seguro, en el consistorio cacereño. Aquel que crea que lo ha perdido deberá reclamarlo en la comandancia de la Policía Local. Solo quedan 14 meses para que tenga lugar el desenlace.