La fortuna se mostró esquiva este año con la capital cacereña. A diferencia del pasado sorteo en el que llegó a cantar el Gordo, este año tan solo ha podido brindar por un solo décimo de uno de los cuartos premios, el 42833, y por los restos que deja la pedrea. 

Aunque el sorteo comenzó a repartir suerte desde primera hora en toda la geografía, no fue hasta media mañana, pasadas las once, cuando se anunció el primero de los dos cuartos premios, el único que ha querido este año mirar a la ciudad. Lo hizo en Aldea Moret, en la administración número 10 que regenta María Isabel Solís González en la arteria principal del barrio, la avenida de la Constitución. El primer y único pellizco repartió 20.000 euros de un décimo consignado por terminal. 

No fue hasta pasada media hora desde que se anunció el premio en el sorteo cuando la propietaria hizo su aparición en la sede de su administración, que ya se encontraba rodeada de curiosos atraídos por la presencia de las cámaras. Ninguno aseguraba ser el agraciado y bromeaban con que aguardaban la fortuna para la cifra más cuantiosa, en ese momento aún sin desvelar. «Estamos esperando al Gordo».

En declaraciones a los medios, Solís mostró su satisfacción por haber repartido por primera vez en los más de tres años que lleva al frente del negocio fortuna en el sorteo. «Estamos muy contentos, es la primera vez que repartimos un premio tan importante», apeló. Aseguró no conocer la identidad del afortunado, pero sí baraja la posibilidad de que sea un vecino del barrio.

Se da la circunstancia de que Solís, en el momento del sorteo, se encontraba secundando la huelga convocada este miércoles en Madrid para reclamar que se descongelen las comisiones a las loterías después de 17 años con los precios estancados. En la propia administración ya lucía un cartel informativo sobre la protesta y de hecho, a la sede acudió ataviada con un chaleco alusivo a la reivindicación. De hecho, aprovechó la presencia de los medios para mostrar su solidaridad con los compañeros. 

La pedrea también dejó un pellizco en la ciudad. La Cofradía del Nazareno, la más veterana de la ciudad, repartió 17.500 euros del 42033. En total, la hermandad vendió 1.750 papeletas entre los propios cofrades y cacereños. 

Del mismo modo, aunque anecdótica por la cantidad, hubo celebración con champán en la multitienda de El Junquillo, que resultó agraciada con 100 euros del 74919 --las dos últimas cifras del segundo premio--. Álvaro, su dueño, asegura que es un preludio para el Gordo que celebrarán el próximo año. Quien no se consuela es porque no quiere.