Fiscalía pide doce años de prisión para un hombre acusado de abusar de dos menores de 13 y 9 años en Cáceres. Según expone el escrito de calificación del ministerio público al que ha tenido acceso este diario, se le imputan dos delitos continuados de abuso sexual a menores de 16 años tipificado en los artículos 183.1 y 74 del código penal y pide seis años de cárcel por cada uno de ellos. Aparte de la pena de prisión reclama también diez años de libertad vigilada y la inhabilitación para ejercer una profesión que conlleve contacto con menores durante 15 años.

Del mismo modo, la fiscalía pide que el acusado no pueda acercarse a ninguna de las víctimas a un mínimo de 300 metros durante diez años y pide abonar a cada uno de los menores una cantidad de 10.000 euros en concepto de responsabilidad civil. Este juicio será el primero se celebrará en la Audiencia Provincial de Cáceres el próximo año. Tendrá lugar día 11 en la sala de vistas del palacio de justicia. 

Según recoge el escrito de acusación, los hechos se produjeron en 2020 en la localidad cacereña de Hoyos. De esta forma, pone de relieve fiscalía que «en el verano de ese año los menores entablaron amistad con el acusado A. V. M. M. sin antecedentes penales». Matiza que ambos menores conocían previamente al acusado, en el caso de uno de ellos porque sus abuelos tenían una vivienda cercana a la del acusado y por compartir aficiones deportivas como el fútbol. También guardaba el acusado relación de amistad con su madre ya que habían compartido fiestas y aficiones comunes. En el caso del segundo menor porque su madre y él habían coincidido con el imputado en el río, en el puente Huerta de Gata. 

En base a esta amistad, recoge el documento, en fechas indeterminadas y durante al menos cinco días, los menores se alojaron en el domicilio del acusado ubicado en Hoyos. El ministerio público sostiene que «todos los días en que lo dos menores estuvieron en el domicilio del acusado, «después de comer, les pidió que se masturbaran en su presencia, haciéndolo los menores». También «pidió a los menores que le masturbaran y les prometió que les compraría diversos juguetes como un set de lego o una pistola del Fornite». En esos días el imputado proyectó películas ante los menores películas de contenido sexual. Estas conductas se repitieron todos los días. 

El imputado pidió a los menores que no contaran nada de lo sucedido en el domicilio. Fue la madre de uno de los menores la que descubrió lo que ocurría después de que percibiera un cambio de comportamiento en su hijo.