El Periódico Extremadura

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actos del patrón de cáceres

"En San Jorge había feria y soltaban toros"

Esperanza Díaz, directora del Archivo Provincial, pregona al patrón en la Sala Clavellinas. No pudo ser en Santa María

Esperanza Díaz García, la pregonera de San Jorge, junto a la portavoz del Gobierno, María José Pulido.

Esta mañana Esperanza Díaz García no paraba de atender al teléfono. Periodistas buscaban sus reflexiones ante su gran día: iba a pronunciar por la tarde el pregón de San Jorge en la Sala Clavellinas. La directora del Archivo Histórico Provincial de Cáceres ha sido esta vez la elegida por la Asociación Fraternal San Jorge, presidida por Inmaculada Fernández, para este acto que ha conseguido convertirse en cita ineludible del calendario de la primavera cacereña y que es la antesala de la quema del dragón este viernes y de la festividad del patrón de Cáceres, el sábado. Nacida en Casas del Castañar, vivió en Plasencia hasta que a los 8 años se vino a estudiar a Cáceres, donde estuvo como interna en el colegio Sagrado Corazón de Jesús. Tras su paso por la Universidad de Extremadura, aquí se casó y aquí ha desarrollado su etapa personal y profesional.

Díaz García dirige el Archivo desde 1994; también fue jefa del Servicio Territorial de la Consejería de Cultura y directora general de Patrimonio. En la actualidad ostenta el puesto de vicepresidenta del Centro Unesco, cuya presidencia recae en José Luis Bernal, el catedrático que precisamente la presentó en un evento que fue amenizado por un quinteto de viento de la Escuela Municipal de Música.

La pregonera ofreció una deliciosa disertación. Ilusionada y con emoción, era importante para ella el hecho de que por un día la labor de una archivera se hiciera pública, una tarea tradicionalmente callada y que pocos valoran pero que se torna fundamental puesto que el conocimiento del patrimonio documental implica indefectiblemente el conocimiento de la historia y, por ende, la consecución de una sociedad más justa.

Díaz ha buceado en los archivos provinciales y municipales, incluso en la colección de prensa de la Biblioteca Auxiliar del Archivo para hilvanar esta festividad que se remonta a 1229, recogida en el fuero latino de la Ciudad de Cáceres y de la cofradía de San Jorge, del siglo XVI. En ese fuero, privilegio del rey Alfonso X de León tras la reconquista de ciudad por las tropas cristianas, se establecía que durante los últimos 15 días del mes de abril y los primeros 15 días de mayo se celebrara la feria. Posteriormente, en el siglo XVI, el libro de actas de la cofradía determina que se corran toros en la plaza pública y que se muestre el pendón. La hermandad, hoy extinta, sigue referenciándose en 1749 en las respuestas particulares del catastro del marqués de la Ensenada cuando aún aparece la Hacienda Eclesiástica de la cofradía.

En su intervención, Esperanza Díaz también recorrió la tradición más contemporánea de la fiesta, con un desfile de moros y cristianos datado en 1972 y una quema del dragón reciente, que comenzó en 1975, aunque las quemas de maderas en los barrios sí son más antiguas. En cuanto al pendón, y la costumbre de tremolarlo, no recaía como ahora en el concejal más joven de la corporación municipal sino que era privilegio de los nobles. De hecho, en el archivo histórico aparece una orden de 1673 en la que se indicaba que el marqués de Camarena y sus sucesores serían quienes portaran esa bandera y ordenaba que los curas de Santa María y de San Juan no se entrometieran en esta decisión.

La bandera de San Jorge, ya en Santa María. CarlaGraw

La cofradía de San Jorge data de 1.500. Desapareció en el siglo XIX y hasta los años 70 la tradición perdió fuelle. Fue el obispo Llopis Ivorra, procedente de Alcoy, el que inspirado por su tierra natal instauró el desfile. El pregón lleva celebrándose desde 2015 de forma ininterrumpida a excepción del 2020, que no se desarrolló por la pandemia. Ha tenido como escenarios la sala Clavellinas, el Instituto de Lenguas Modernas y la concatedral de Santa María. La asociación de San Jorge siempre ha defendido este templo para acoger el pregón, pero esta vez no ha podido ser.

La explicación de por qué se prefiere Santa María radica en que el origen de la cofradía está en ese templo, donde permanecen enterrados los primeros cofrades y en cuyo altar mayor, del siglo XVI, de cedro y pino sin policromar, realizado por Roque Balduque y Guillén Ferrant y dedicado a la Asunción de la Virgen, hay también una imagen del santo. De hecho, cada 12 de abril, día en que se creó la hermandad, la asociación coloca a los pies de San Jorge su bandera, un acto que se celebró el domingo al coincidir el día 12 con el Sábado Santo. Allí permanecerá hasta que finalice el novenario de la Virgen de la Montaña. El pregón se organiza en colaboración con el ayuntamiento.

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