Pensar en salir de fiesta en Cáceres es pensar en Boracay (su nombre alude a la isla tropical de Filipinas). La macrodiscoteca al aire libre, ubicada en el Polígono Industrial Las Arenas, en Malpartida de Cáceres, es el principal atractivo para las noches veraniegas. Un gran reclamo en la oferta de ocio de la ciudad y los municipios de su alrededor, que no solo atrae a la gente joven, sino también al público de varias generaciones. El establecimiento está llamado a convertirse en una verdadera revolución para divertirse con los amigos o con la pareja.

El sitio cuenta con 3.000 metros cuadrados de instalaciones distribuidas en varios espacios de una parcela privada. Se encuentra en una zona privilegiada, al lado del paraíso de Los Barruecos. El proyecto ha sido impulsado por los empresarios del Grupo Zrrcus de la capital cacereña. Contará asimismo con food trucks, es decir, camiones de comida que aprovisionan al conjunto de los visitantes de ricos bocadillos, perritos, hamburguesas, carnes a la brasa, patatas fritas...

 Si hay algo que se puede aprovechar desde ya es esa hora de sol que regala el reloj. Desde aquí tenemos la oportunidad de ver la puesta de sol con la cerveza en la mano. «Ver la puesta de sol desde Boracay es un auténtico privilegio», indicaba a El Periódico la administradora del Grupo Zrrcus, Esther Delgado.

La macrodiscoteca se inauguró el viernes 10 de junio. Abrirá durante toda la época estival, de miércoles a domingo desde la tarde noche hasta las 05.30 de la mañana. Ofrecen autobuses gratis cada media hora desde la terraza de Zrrcus (situada en la avenida Ruta de la Plata), a partir de las 10.30 de la noche, para evitar el coche particular. «La acogida está siendo muy buena. La gente nos dice que no hay nada parecido en la región, y quien viene repite porque es un plan muy versátil, con artistas de la tierra y nacionales. Además queremos conectar la discoteca con las principales ciudades extremeñas», señalaba la empresaria.

 La ambientación y decoración posee un aire ibicenco. Brindan un trato maravilloso y una gran variedad de copas, cócteles y mojitos, perfectos para olvidar el estrés diario, cuidados hasta el último detalle y con originales sabores. «La fruta que nos traen es la mejor que hay. Y eso es lo que hace que el cóctel luego esté muy bueno y sea nuestro secreto», manifestaba.

Puesta de sol. Fantástica imagen del atardecer. EL PERIÓDICO

«Vamos a venir todos los sábados. Estamos aquí toda la noche y se nos pasa el tiempo rapidísimo. Nos encanta la música, el ambiente, todo», comentaba María. Acudía con su pandilla de Arroyo de la Luz. Tenían entre 22 y 26 años. No se trataba de una excepción llegada de fuera. «Somos de Cáceres. Cenamos por la zona del Eroski y, luego, venimos a Boracay», apuntaba Luis Manuel que estaba con sus amigos en la pista de baile. Pero, por supuesto, hay representación malpartideña. «Somos del pueblo. Una discoteca con estas características en la localidad nos va a dar mucha vida. Parece que estas en la playa», valoraban José y Manu.

Caben hasta 2.000 personas. A primera hora ya hay gente. Pero cuando todo alcanza el punto perfecto es sobre la medianoche. Gente bailando. Copas en la barra (a seis euros). Y el DJ dictando el ritmo de la música con un juego de luces increíbles. Un espectáculo.

El público de más edad suele elegir uno de los 50 reservados para pasar la noche. Toma su gin tonic y su cachimba. Charlan. Echan una visual a los que están bailoteando. Otra cosa. En el local disponen de tres barras y espaciosos cuartos de baños. La pantalla y la cabina del escenario deja boquiabierto a todo el público. 05.30 de la mañana. Boracay se prepara para echar la llave. Una noche mágica y exitosa llega a su fin. Amanece el día y cada uno regresa a su casa. La semana que viene más a orillas de la cuna del Museo Vostell.