Solo 16 de las 52 provincias españolas tienen cimas más altas que Cáceres, la gran mayoría en Pirineos, Picos de Europa y Sierra Nevada. Las montañas de la geografía cacereña no son ninguna broma. Junto a la cumbre más elevada, el Calvitero, con 2.400 metros, rozando ya la alta montaña, existen numerosos picos al norte de la provincia que superan los 2.000 metros, como la Covacha, el Turmal, el Torreón, el Pinajarro, el Cancho, Cabeza Pelada, la Solanilla, Castilfrío y otros muchos. No son solo cumbres, son cortados, barrancos, valles, cascadas, gargantas, ríos y rutas más o menos asequibles, que cada vez atraen a un mayor público animado por las actividades al aire libre. Sin embargo, estos bellos parajes tienen una cara oculta: la Guardia Civil ha realizado quince rescates en año y medio.

«Son incidentes que ocurren por distintas razones», explica Israel Bolaños, portavoz de la Comandancia de la Guardia Civil de Cáceres. En no pocos casos se subestima la montaña, no se mide el riesgo, «y hay personas que no llevan el material adecuado ni las prendas de vestir convenientes, e incluso no están físicamente preparadas para el esfuerzo que deben asumir», señala. Luego efectivamente existen prácticas deportivas más especializadas de montaña, como la escalada o el barranquismo, desarrolladas por personas que sí tienen formación y entrenamiento, «pero tampoco están exentas de sufrir un percance, que de hecho ocurren», subraya.

Evacuan a una mujer de una poza en Sierra de Gredos, tras romperse tibia y peroné en un salto. COMANDANCIA DE LA GUARDIA CIVIL

Unas y otras circunstancias provocan sucesivas actuaciones de la Guardia Civil, porque en las montañas y su entorno, una simple torcedura puede situar al senderista en una situación complicada debido al aislamiento y las temperaturas. De hecho, en el último año y medio los agentes han tenido que realizar rescates en la cascada de la Chorrera de Hervás (senderista lesionada en un tobillo tras resbalar por el hielo), en Guijo de Santa Bárbara (mujer que sufrió un colapso en las piernas y hubo que sacarla en helicóptero), en la ruta del volcán del Gasco (mujer con fractura en una pierna), en la ruta al Trabuquete (joven en mal estado y excursionista con fractura de tibia y peroné abierta), en la ruta a la garganta verata de Yedrón (hombre de 72 años con lipotimia), en Gredos (mujer con fractura de tibia y peroné al saltar a una poza), en la garganta verata de la Hoz (barranquista accidentado), y en la ruta a la Cervigona (senderista caído por un barranco).

Traslado de una senderista con fractura abierta de tibia y peroné, en la ruta del Trabuquete (La Vera). COMANDANCIA DE LA GUARDIA CIVIL

Solo en los último cuatro meses se ha rescatado a un joven en la vía ferrata del Cancho de la Muela (varias fracturas al tirarse por una tirolina en este paraje de La Garganta), a un barranquista en el barranco Vadillo, de Losar de la Vera (dislocación de hombro), a una senderista en el barranco verato de Las Peñas (fractura de tobillo), a otro excursionista en la ruta hurdana de la Meancera (rotura de tobillo) y a un barranquista en la garganta de la Hoz de Madrigal (fractura de tobillo), además de algún caso menor.

Excursionista con un tobillo lesionado en el barranco de las Meñas, en Viandar de la Vera. COMANDANCIA DE LA GUARDIA CIVIL

Muchas de estas situaciones entrañan serias complicaciones porque hay que llegar al accidentado cuanto antes, en ocasiones de noche, con el helicóptero arriesgando para acercarse lo máximo posible. Todos los rescates se coordinan desde la Comandancia de la Guardia Civil de Cáceres, que recibe los avisos a través del 112 o el servicio de COS (062), y mueve los medios y recursos necesarios de forma inmediata, según explica el portavoz. En la mayoría de los casos se hace precisa la intervención del Grupo de Rescate e Intervenciones en Montaña (GREIM) con base en Arenas de San Pedro y Barco de Ávila, apoyado por el Servicio Aéreo de la Guardia Civil de Torrejón de Ardoz. Todos ellos llegan a la provincia en poco tiempo tras el aviso.

A veces también son los propios agentes de los municipios (unidades de Seguridad Ciudadana), quienes, conocedores del terreno, corren montaña arriba o campo a través para ofrecer una primera atención y facilitar las coordenadas a los especialistas. La Guardia Civil nunca cobra por sus rescates.

«Deben evitarse estas situaciones en lo posible porque son delicadas», sostiene Israel Bolaños. Algunas además ocurren por negligencia: «Solo hay que situarse en una ruta de montaña para comprobar que muchos van con calzado impropio, sin ropa técnica, sin abrigo, sin agua suficiente y sin medir sus fuerzas», afirma el portavoz, recordando que la sierra «hay que tomársela en serio porque allí las circunstancias, bien físicas o bien climatológicas, pueden cambiar de un momento a otro». 

Consejos a tener en cuenta

  • La Guardia Civil recomienda conocer el medio. Planificar la actividad con mapas, libros...
  • No vaya solo a la montaña. Se aconseja mínimo tres personas.
  • Asegúrese de que lleva el equipo adecuado y cuídelo.
  • No empiece tarde: planifique el horario con un margen de seguridad. Incluya en su equipo linterna, impermeable y manta térmica aunque haga buen tiempo y no prevea finalizar de noche.
  • Deje dicho a dónde va.
  • Infórmese de la previsión meteorológica.
  • No se sobrestime. Elija una actividad acorde con su nivel. Si no está seguro, contrate un guía.
  • Lleve móvil o emisora en la red REMER (146,175 Mhzs).
  • Obtenga conocimientos en primeros auxilios.