El Periódico Extremadura

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el blog del cronista

Gastronomía de Cáceres (I)

La excelente gastronomía que tenemos en la actualidad es una manifestación más del amplio legado dejado por las diversas civilizaciones que ocuparon estos parajes: cristiana, judía y árabe

Las cerezas: el oro rojo del Valle del Jerte. EDUARDO VILLANUEVA

Tanto la ciudad como la provincia cacereña se han caracterizado a lo largo de la historia por una rica y variada gastronomía que ha hecho las delicias de todos los cacereños, de los numerosos pueblos que se han asentado en estas tierras y de todos los turistas que nos han visitado y recibimos actualmente.

La excelente gastronomía que tenemos en la actualidad es una manifestación más del amplio legado dejado por las diversas civilizaciones que ocuparon estos parajes: cristiana, judía y árabe, sin olvidar la gastronomía monacal, la influencia americana y la de las Órdenes Militares. Una herencia vinculada a los productos del cerdo y del cordero, que se puede degustar en la variada oferta de restauración con la que cuenta la ciudad y la provincia. Establecimientos de gran calidad donde los fogones cobran todo el protagonismo para ofrecer a sus comensales las más variadas recetas elaboradas sobre todo con los productos de la tierra.

Pero vamos a poner en marcha la máquina del tiempo y analizar cómo era la alimentación en el Cáceres Medieval. Por la información que nos facilitan los fueros y la documentación existente en los archivos, podemos señalar que el pan y el vino eran los alimentos básicos, además de carne, hortalizas, legumbres, verduras, frutas y, en contadas ocasiones, pescado.

La carne más degustada era la del cerdo siendo también muy importante la procedente de la caza y las aves de corral. La comida más fuerte del día era la cena y los domingos se juntaba toda la familia después de la misa y se comía un poco mejor que durante la semana.

En las fiestas locales y ferias se hacían excesos y en la época de Cuaresma se sustituía la carne por los pescados, en Cáceres por los de charca y río: tencas, truchas, etc. En los acontecimientos importantes: victorias militares, bodas, nacimientos de hijos, etc., los banquetes a veces se prolongaban durante varios días.

Pero vayamos al siglo XXI; debemos decir que la provincia de Cáceres cuenta con 12 Denominaciones de Origen Protegidas e Indicaciones Geográficas Protegidas históricas, que son los jamones de Dehesa de Extremadura, la Torta del Casar, los quesos de Los Ibores, el Queso de Acehúche, el Pimentón de La Vera, el Aceite Gata-Hurdes, la Cereza del Jerte, los vinos Ribera del Guadiana, la miel Villuercas-Ibores y las I.G.P. de Ternera de Extremadura, Cordero de Extremadura y Extremadura (Vinos de la Tierra). Estaríamos horas hablando de las excelencias de estos productos tan apreciados a nivel nacional e internacional, con una calidad inmejorable.

En el apartado culinario, puede decirse que es rica la gastronomía cacereña y que constituye un acervo cultural. Un acervo en el que destacan cuatro referencias, o, si se prefiere, cuatro tipos de cocina que se conocen popularmente como la «cocina de las tres culturas», en referencia a la huella dejada por las culturas judía, árabe y cristiana en los fogones extremeños; la «cocina de influencia americana», elaborada con productos llegados a Extremadura tras el Descubrimiento; la «cocina monacal», que se consideraría algo así como la alta cocina de su época, y, por último, la «cocina de subsistencia», en la que priman la caza menor y los productos de temporada... (Continuará).

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