EL PSICÓLOGO HA PRESENTADO EN CÁCERES SU LIBRO «SIN MIEDO»

Rafael Santandreu: «Somos débiles emocionales»

Asegura que en los últimos 40-50 años «estamos viviendo un auge tremendo de los trastornos del miedo y la ansiedad» derivados de la «híper exigencia a la que nos sometemos y por la falta de educación emocional»

El psicólogo y escritor Rafael Santandreu.

El psicólogo y escritor Rafael Santandreu. / CEDIDA

Eduardo Villanueva

Eduardo Villanueva

Es uno de los psicólogos más laureado y criticado en la actualidad. El controvertido Rafael Santandreu generó el año pasado polémica por unas declaraciones en las que aseguraba que «deprimirse o estresarse es muy difícil, cuando aprendes a cambiarlo, simplemente desaparece y vuelves a estar genial». Lejos de ahondar en esa controversia, hablamos con Santandreu, que ha presentado en Cáceres su libro «Sin miedo», acerca de la ausencia de inteligencia emocional que está causando un auge desmesurado de los casos de ansiedad en una población cada vez más joven, y de cómo nuestros padres y/o abuelos vivían mejor (sin menos), sencillamente porque no existía el nivel de auto exigencia que hay en la sociedad actual.

«En los últimos 40-50 años estamos viviendo un auge tremendo de los trastornos del miedo y de la ansiedad y esto, sin duda, es una cuestión cultural; va ligado a la auto exigencia de la vida moderna. En la época de nuestros abuelos, donde la gente vivía de forma muy sencilla, casi no había ansiedad. Pero en la actualidad, no para de subir cada año», apunta Santandreu. «Nos exigen estar delgados, tener un buen trabajo, tener un piso en propiedad, tener amigos tener experiencias… Si tienes hijos que saquen buenas notas, viajar, ser extrovertidos… Una infinidad de cosas y como falles en una eres un fracasado. La complejidad de la auto exigencia no para de aumentar», lo que supone un caldo de cultivo para generar frustración y devenir en estados de ansiedad. «Nunca ha sido tan difícil vivir como ahora, a nivel de auto exigencia». Una exigencia que, en ocasiones, es cacareada por los medios de comunicación y exponenciada por el uso de las redes sociales. «Los medios de comunicación son voceros del signo de los tiempos».

«Nunca ha sido tan difícil vivir como ahora, a nivel de auto exigencia»

Ansiedad a edades más tempranas

Cuestionado por el hecho de que los trastornos de ansiedad surjan cada vez a edades más tempranas, Santandreu explica que «esto no es porque la situación económica y social sea peor que antes es porque la auto exigencia personal sigue aumentando. Nos volvemos ansiosos mucho más por lo que te exiges tú que por lo que te exige nadie». de hecho, no hay peor presión que la que uno se impone a sí mismo. Una trampa en la que es fácil caer en tiempos de ‘instagrammers’. En cuanto a la exposición en redes sociales, asegura que «no podemos decir que sean el principal promotor de la generación de ansiedad en la ciudadanía, pero influyen». Además, «la mala a educación emocional impulsan el uso y abuso de la redes sociales». La propuesta «es que la gente se amueble mentalmente y que no viva esa auto exigencia desmesurada. El propósito de la psicología no es cambiar la sociedad sino cambiar tu mente. Caemos en el error de pensar que los más jóvenes no se exigen al nivel de los adultos, pero sí que lo hacen en otros términos; por ejemplo: se exigen en tener más relaciones sexuales, ser populares, tener una vida emocionante...».

Los chavales hoy en día, apunta el psicólogo, «tienen en la boca la expresión soy un fracasado mucho más de lo que nunca lo han tenido generaciones anteriores». Ante este panorama, Santandreu apela a que «todo el mundo tiene que trabajar la inteligencia emocional», porque todo el mundo va a sufrir reveses a largo de su vida, «pero como no te pillen preparado no sabrás transitar por ellos o lo harás de una manera más dolorosa». Para Santandreu un ejemplo claro ha sido el confinamiento por la pandemia de la covid: «en otras generaciones anteriores no hubiese afectado tanto como nos ha afectado a nosotros porque son más fuerte desde el punto de vista emocional. La generación de nuestros padres y nuestros abuelos estaba mucho más preparada y curtida desde el punto de vista emocional que las actuales».

Los chavales hoy en día, apunta el psicólogo, «tienen en la boca la expresión soy un fracasado mucho más de lo que nunca lo han tenido generaciones anteriores»

Es decir, que nuestros abuelos podrían ser analfabetos o más incultos pero eran más fuertes a ese nivel, «porque tenían mucha más inteligencia emocional que nosotros». ¿Y cómo hemos perdido esto? Pues sencillamente porque «hemos primado la educación tecnológica por encima de la educación en valores, la filosófica e incluso la espiritual, y ahora lo estamos pagando. En tiempos de nuestros abuelos había poca educación formal pero se suplía con una gran educación en valores. Ahora tenemos chavales con una inmensa educación tecnológica pero muy escasa en cuanto a valores; muy escasa en lo que podíamos llamar la realidad de la vida». Tanto es así que «en la época de nuestros abuelos, una persona de 20 años tenía una madurez extraordinaria comparado con ahora».  

Suscríbete para seguir leyendo