Al presidente de la Diputación Provincial, Carlos Carlos, le preguntaron ayer por su futuro al frente de la Diputación de Cáceres, de cara a una hipotética nueva legislatura con el PSOE en el gobierno, y su respuesta fue clarificadora. «No me preocupa; ni me lo he planteado. Este no es un proyecto ni personal ni presidencialista. Yo llegué aquí por unas determinadas circunstancias y la decisión de mi partido. La Diputación seguirá siendo el ayuntamiento de ayuntamientos aunque yo no esté». 

Así lo manifestó ayer Carlos durante la presentación de los presupuestos de la Diputación Provincial. Carlos Carlos Rodríguez fue elegido en enero de 2021 nuevo presidente de la Diputación de Cáceres, con lo los votos a favor del PSOE y la abstención de PP y Ciudadanos (Cs), en un pleno extraordinario, que entonces se celebró a puerta cerrada y con estricto control de aforo por la alta incidencia de casos de Covid-19 en la ciudad.

Es alcalde de Calzadilla y ayer recordó que lleva 20 años en ese cargo y que no tiene ningún problema en dedicarse en exclusiva al mismo. Su presidencia ha sido continuista con el programa de la presidenta Charo Cordero (fallecida el pasado 24 de diciembre de 2020). Hasta su fallecimiento ocupó la vicepresidencia primera como responsable de Economía y Hacienda de la Diputación.

Carlos, como ya hacía Cordero en la presidencia, coordina las relaciones institucionales, protección de datos sensibles, cooperación internacional y los servicios de edición e imprenta. Sus cambios en el organigrama han sido mínimos: la hasta entonces vicepresidenta tercera, Isabel Ruiz Correyero, pasó a ocupar la vicepresidencia segunda y gestionar Hacienda, área que coordinaba el propio Carlos Carlos, quien también nombró al portavoz de la corporación provincial, Álvaro Sánchez Cotrina, vicepresidente tercero, que compatibiliza ambos cargos con el Área de Reto Demográfico.