LA MIRADA

¡Viva la romería de San Blas!

Romería de San Blas.

Romería de San Blas. / SILVIA SANCHEZ FERNANDEZ

La tarde del día 2 de febrero de año 302, fue un poco complicada para el obispo Blas de Sebaste (ciudad de la actual Turquía), un amigo soldado que tenía en la guarnición romana, le había comunicado que al día siguiente lo iban a detener. Sabía lo que eso significaba, y que el asunto no iba a terminar bien.

Desde el comienzo de la nueva era, los romanos no se llevaron bien con los llamados cristianos, y les mosqueaba como habían crecido tanto en número en no mucho tiempo. El derecho romano garantizaba la libertad a la hora del comportamiento de sus ciudadanos, pero eso era verdad hasta cierto punto. Sea como fuere, lo cierto es que la mayoría de los emperadores de los tres primeros siglos, aunque con excepciones muy significativas, persiguieron a los seguidores del nazareno. 

¡Pero estamos ya en el siglo IV!, es verdad, pero son los primeros años. Diocleciano, emperador hasta el 305, llevó a cabo una de las persecuciones más cruentas, y es que a estas alturas los romanos estaban sintiendo ya la presión de sus enemigos del norte, y había que tener contentos a sus dioses, que eran muchos, y, por lo tanto, los cristianos que se negaban a hacer algunas cosas que les exigían, tenían que pagar por ello.

 Y en estas, nos encontramos a nuestro obispo Blas, hombre culto y dominador del arte de la medicina y de otros estudios; hombre amante de los animales, lo cuales acudían a él, cuando se retiraba al monte a rezar; hombre querido por sus fieles, porque los ayudaba en todo; y ahí lo tenemos siendo detenido el 3 de febrero, y martirizado ese mismo día. Quedaban solamente diez años (313) para que todo cambiara, como bien sabéis.

Tuvo que pasar mucho tiempo, no sabemos cuánto (porque la Edad Media es muy larga) en el que la figura del obispo mártir, comenzó a resurgir como la espuma. Fue reconocido como el santo protector de los males de garganta, por un hecho vivido, como médico que era, al curar a un niño paisano suyo. 

¿Cómo llegó hasta nuestro Cáceres, y nuestra Extremadura, la fama de nuestro personaje? Ya nos gustaría saberlo. Seguro que los monasterios que jalonaron Europa en la edad que hemos citado tuvieron mucho que ver, ¿por qué no el Camino de Santiago, como transmisor de todo lo que nos venía del este? Puede ser.

Lo cierto es que el día 4 de febrero estamos todos convocados (creyentes o no creyentes) a celebrar la Romería de este santo tan popular.

¡Feliz Romería!

*Párroco de San Blas