Mateos, sin temblarle el pulso, apoya al colectivo LGTBI y abre una investigación por las pintadas de odio en Cáceres

El alcalde ha protagonizado hoy su tercer acto público con luz y taquígrafos para apoyar sin fisuras al colectivo LGTBI. Ha sido un acto lleno de simbolismo porque lo que ha visibilizado Rafa Mateos es que ser alcalde del PP no está reñido con aceptar que hay muchas y diversas formas de amar. Mateos ha mantenido la concejalía en la persona de Encarna Solís pero, además, ha hecho piña para que gran parte de sus concejales acudieran al izado de banderas de todas las diversidades que se ha celebrado en los soportales del ayuntamiento a propósito de la Semana del Orgullo. Allí estaba su portavoz, Ángel Orgaz, su concejala de Patrimonio, Raquel Preciados, o su compañera ya diputada Elena Manzano. No ha faltado Franco Deluxe, el influencer que durante toda la campaña ha acompañado en gran parte de sus actos a María Guardiola, candidata a la presidencia de la Junta, ni su padre, el humorista José Luis Franco Franquete, o el productor Coke Bermejo.

Fotogalería | La bandera LGTBI ondea en el Ayuntamiento de Cáceres

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Pero Mateos ha ido más allá al denunciar con rotundidad el acto vandálico y de odio perpetrado esta semana contra un mural de Extremadura Entiende en Los Castellanos. Los autores llamaban "tontas", "parásitos" y "enfermas" a las mujeres lesbianas. Por eso, aparte de mostrar su rechazo en las redes sociales como lo hizo hace dos días, el mandatario municipal ha asegurado que la policía local ya ha iniciado una investigación para dar con los responsables y que en caso de ser detenidos, el consistorio se personará en la causa para que se depuren todas las responsabilidades y caiga sobre ellos la máxima condena. Igualmente, ha anunciado que ha dado instrucciones para que la pintura se restaure.

Rafa Mateos ha insistido en sus declaraciones ante los medios en que Cáceres "es una ciudad tolerante y abierta" y en que su gabinete "trabajará en la misma línea" de las dos anteriores corporaciones (la de Elena Nevado y Luis Salaya) porque "siempre he demostrado -ha reiterado- que por encima de todo están la libertad y el respeto". Mateos ha dicho que en esta, y en todas las cuestiones, su legislatura estará marcada por el "diálogo". Lo ha demostrado esta misma mañana, cuando durante el izado de banderas no ha dudado en decirle a la portavoz socialista: "Belén, tú también". Belén ha querido cederle el honor al exconcejal LGTBI, David Holguín, pero David, consciente de la necesidad de respetar los protocolos, ha declinado la petición y finalmente han sido Rafa Mateos y Belén Fernández Casero, junto a los representantes de las asociaciones, los que han hecho que sus banderas luzcan en la plaza Mayor.

A ellos, a los colectivos, ha dedicado el alcalde sus primeras palabras: "Aquí van a encontrar a una corporación que les va a ayudar". A preguntas de los periodistas, sobre la posición de defensa de Guardiola a las personas LGTBI, Mateos ha afirmado: "No me sorprende de María. Ella, durante su etapa de concejala siempre defendió al colectivo".

Luego ha tomado la palabra Hugo Alonso, secretario de Fundación Triángulo, que ha recordado que cumpliendo con la tradición este es el quinto año que se alzan las banderas pero que es "significativo" que siga siendo necesario. No en vano, se hace vital, ha insistido Alonso, "visibilizar" pues "sigue existiendo la discriminación y los hechos vandálicos, en nuestros centros de trabajo o comunidades de vecinos".

En la misma línea se ha expresado la portavoz de Extremadura Entiende, Pilar Milanés, quien ha subrayado que continíua siendo "necesaria esta reivindicación en las calles y en las instituciones". Milanés ha agradecido el trabajo desarrollado por la anterior corporación así como el gesto de la actual "por haber condenado públicamente el ataque al mural de Castellanos, y haber hecho posible que se restaure. Es -ha sentenciado- un paso de posicionamiento público".

La representante de Extremadura Entiende ha concluido que los ataques a la pintura "incitan al odio y estigmatizan". A su juicio condenan "al ostracismo y la oscuridad" y que, por eso, hay que trabajar para que "Cáceres sea una ciudad donde no haya armarios, una ciudad ejemplo en la que el colectivo se sienta seguro".

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