La primera fase de la reforma del Museo de Cáceres durará un año

El Museo de Cáceres cuenta ya las horas para que arranque su obra más esperada en los últimos 25 años. La actuación, que se convertirá en una de las obras de mayor envergadura que se acomete en la ciudad en el último año --de forma paralela se encuentra el futuro hotel de Godoy--, se encuentra tan solo a la espera del acta de replanteo, un trámite que estará listo «en los próximos días». Una vez que se firme este último permiso, las máquinas tendrán vía libre para entrar en el edificio. 

Lo harán primero en Casa de los Caballos, el pabellón de restauración y jardín en una primera fase que se prolongará durante un año, es decir, que si no hay contratiempos, estará lista en julio de 2024. Así lo precisó este lunes el director del museo, Francisco Cerezo, al término de un encuentro oficial que mantuvo con el alcalde Rafael Mateos dentro de la ronda de contactos que lleva a cabo el nuevo regidor municipal. El encuentro transcurrió con el compromiso de colaboración entre instituciones de cara a la legislatura.

Precisamente, sobre la distribución de los trabajos, el propio director añadió que tras esta primera fase que arrancará de forma inminente, se desarrollará una segunda ya exclusivamente centrada en la Casa de las Veletas, que comprenderá los 19 meses restantes y será la que más complejidad entraña de toda la reforma. En total, serán dos años y medio de trabajos repartidos en dos fases con el propósito de que las instalaciones no cierren al completo. 

La obra del museo fue anunciada en la anterior legislatura, con Luis Salaya (PSOE) en la alcaldía. Tras años de espera, el Ministerio de Cultura, al que le corresponde la competencia sobre la actuación. En concreto, la obra salió a licitación el otoño del pasado año y recibió ofertas de ocho empresas. Finalmente, se adjudicó en abril por 6,2 millones de euros a la UTE entre las empresas Seranco y Acerouno Restauración Inteligente. El contrato se formalizó a mediados del pasado junio, por lo que el plazo de ejecución ya ha comenzado a contar. 

Contrasta así la larga espera, más de 25 años, para que se anunciara la esperada reforma, con la rapidez y diligencia con la que se cumplen los plazos estimados por el Gobierno central. Fue el propio secretario general de Cultura,Víctor Francos, el que ya avanzó en su visita a Cáceres los plazos que se contemplaban para la obra. La estimación que se dio entonces fue que las tareas comenzarían en verano de este año, un anuncio que se cumplirá, y que se prolongarán al menos hasta finales de 2026.

Por su parte, el alcalde Rafael Mateos confió en que, tras la remodelación, el museo «se convierta en un recurso cultural para los cacereños, para que vuelvan y se sientan en su casa». «Este museo es una institución que depende del Ministerio de Cultura y de la Junta de Extremadura y debe tener una vinculación estrecha con el ayuntamiento, la cultura tiene que jugar un papel importante en el desarrollo de la ciudad», puso de manifiesto el alcalde.

Objetivo: ser un museo del siglo XXI

El objetivo es claro. Con la gran reforma que iniciará en días, el Museo de Cáceres pretende adaptar sus instalaciones al presente. «Ser un museo del siglo XXI», expresó de forma tajante este lunes su director Francisco Cerezo en unas declaraciones públicas. 

No es la primera vez que se ha mencionado que la finalidad de la remodelación es acondicionar los dos edificios que componen el espacio expositivo a la actualidad. Esto se debe a que la reforma que se acomete en pleno 2023 lleva esperando desde antes de que llegaran los 2000. La principal barrera que tendrá que salvar a partir de ahora es su falta de accesibilidad. Las actuaciones que se llevarán a cabo tanto en la Casa de los Caballos --sección de Bellas Artes-- y en la Casa de las Veletas deberán tener como propósito mejorar la distribución para sortear las escaleras y las estrecheces propias de una casa palacio del siglo XV. 

Otro de los pilares centrales en los que se sustenta esta reforma pasa por convertir las salas en espacios más amables y atractivos para la visita. Hasta el momento, la falta de iluminación, la distribución de las secciones y la propia antigüedad del edificio provocan que el recorrido no se ajuste a los criterios mínimos que deben exigirse a una instalación de su envergadura.

Cierto es que a pesar de su obsolescencia, el Museo de Cáceres se ha mantenido como el espacio más visitado por los turistas junto al museo Helga de Alvear, ambas con entrada gratuita. En el último año, superó las 100.000 visitas. Del mismo modo, aprovechando la actuación integral, se intervendrá también sobre una de las joyas del palacio, su aljibe árabe, para restaurarlo. Los operarios lo vaciarán, repararán las filtraciones y acondicionarán las deficiencias que pueda presentar por el paso del tiempo. 

En cuanto a las novedades de la intervención, la previsión es rescatar espacios ahora infrautilizados como los almacenes de los sótanos y el pasadizo de la Mora e incorporar nuevos como una tienda en la recepción, un minibar, una zona de descanso y guardarropa. 

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