Tocarán mañana en los conciertos de Pedrilla a las 22.30, con entrada libre y gratuita | Héctor Alviz y Jasmin Mesic Violinista y guitarra eléctrica de Los Niños de los Ojos Rojos

"Nos donaron una raqueta de Rafa Nadal y la subastamos para hacer un colegio en África"

Hector y Jamin del grupo Los Niños de los Ojos Rojos, en Cánovas.

Hector y Jamin del grupo Los Niños de los Ojos Rojos, en Cánovas. / Carlos Gil

Los conciertos del Pedrilla acogerán mañana al grupo cacereño Los Niños de los Ojos Rojos, donde tras años sin ofrecer un directo en su tierra natal, Cáceres, volverán a hacerlo detro del ciclo que organiza la diputación (22.30, entrada gratuita) repasando su discografía, además de tocar algunos temas del álbum que sacarán próximamente. Héctor Alviz (violinista) y Jasmin Mesic (guitarra eléctrica), dos de los siete integrantes de la banda, han hablado con El Periódico horas antes de su debut.

-Empezaron en 1999 tocando para turistas, ¿cómo fue aquella época y cómo se conocieron?

-Fue cuestión de salir por la noche algún día y fuimos conociendo a personas, algunos ya nos conocíamos de antes y otros nos preguntaban si podían tocar algún instrumento, y poco a poco se fue incorporando gente. Estábamos en la parte antigua porque era el único sitio donde no te cobraban por tocar y además ponías la funda y la gente te soltaba dinero. Pensamos: 'Será porque les gusta' y así empezamos. Nuestro local de ensayo fue la parte antigua.

-¿Cómo describirían su estilo?

-Somos siete personas actualmente en el grupo y la mayoría componemos. Todos queremos plasmar nuestras ideas y se van uniendo para hacer el tema. Además, cada uno escucha diferentes estilos de música y el tema se puede llegar a componer durante un año y va cambiando.

¿Cómo es volver a tocar en casa?

-Es el primer concierto que vamos a dar completo en Cáceres, porque ya hemos actuado en nuestra ciudad, como en San Jorge, pero sólo fue durante una hora. También presentábamos los discos aquí, pedíamos el Palacio de Congresos o el Gran Teatro, pero ya no se puede, te piden 800 euros incluso antes de empezar a tocar, mientras que después vienen otros artistas de fuera y no les cobran. Estamos contentos de tocar un repertorio entero para nuestros amigos, familiares y toda la gente que quiera venir a vernos, y que no te corten a la media hora como en un Womad, o que sólo te den 50 minutos en algún festival de la plaza Mayor. El formato de conciertos pequeños que se lleva ahora nos parece absurdo.

-¿Qué diferencia sus cuatro discos?

-Sobre todo el sonido, ya que en cada disco hay componentes diferentes en el grupo. Por ejemplo, en uno de ellos hay una sección de vientos, mientras que en el siguiente no. Como todo es autoproducido a veces no hay presupuesto para hacer lo que quieres. Si hubiera alguna ayuda para hacer algo en la música que no esté vinculado a la Junta de Extremadura o la Diputación de Cáceres... porque al final es política. A nosotros, la Junta nos debe 14.000 euros desde 2009; nos dijeron que no tenían dinero.

-¿Están trabajando en un nuevo disco?

-Llevamos unas semanas a piñón fijo, hemos grabado una batería de tres temas nuevos y ya en proceso de acabarlos, hay otros tres ya sacados y esperemos a final de año tenerlo. Sacar un disco autoproducido es muy difícil, y ahora parece que si sacas una canción sólo con el audio, sin el videoclip no lo escucha nadie.

-¿En el concierto del Pedrilla tocarán un repertorio de toda su discografía?

-Tocaremos un poco de todo, tocaremos la mitad del disco que está por venir y luego lo complementamos con canciones que nos gustan de los otros discos que tenemos. Vienen colaboraciones al concierto como Ana Jiménez, la cantante de Acetre, que va a hacer un tema tradicional bosnio.

-¿Alguna anécdota de todo este tiempo de trayectoria?

-Hay muchas, desde que nos donaron la raqueta de Rafael Nadal para subastarla y crear un colegio en África, u olvidarnos instrumentos en el aeropuerto y que a la mañana siguiente nos los llevaran a otro país a más de 450 kilómetros. Una vez cruzando la frontera de un país complicado, alguien tenía 50 euros metidos en el pasaporte, y el policía creyó que era un soborno, hasta que le dijimos que el dinero era nuestro, que no se lo podía quedar.

-¿Cuál es la diferencia entre tocar en un concierto muy grande y en otros más pequeños?

-No hacemos diferencia, aunque nos gusta tocar en conciertos más pequeños, tocar en conciertos para 1.000 personas es la hostia. En el festival de cerveza de Belgrado, el Beerfest, había ciento y pico mil de personas viéndonos, más que la población de Cáceres. En el festival Tsunami de Galicia, tocamos a las seis de la mañana porque se retrasó y había solamente dos personas y nos sonaba genial. Cuando nos faltaban tres temas nos dijeron que teníamos que acabar, aun así seguimos tocando para esas dos personas porque nos lo estábamos pasando genial.

-¿Es fácil compenetrarse con tanto músico en el escenario?

-La verdad que sí, porque ensayamos mucho, y además cuando todos sabemos de qué va lo que hacemos es fácil comunicarse. Que siempre hemos tenido ganas de tocar ayuda bastante. Si estamos hablando de peces y tú sabes de peces, respetando los tiempos al hablar no hay ninguna complicación. También lo facilita que siempre nos hemos llevado bastante bien dentro del grupo.

-¿Cómo ven la oferta cultural de Cáceres?

-Creemos que hay bastantes eventos, entonces por cantidad no pensamos que pueda haber queja, pero de lo que sí nos quejamos es de que el ayuntamiento no ayuda, y más con los grupos y la música que tiene Cáceres. Llevamos pidiendo locales de ensayo ya no sabemos ni el tiempo que hace desde que los pedimos. Cuando a Robe Iniesta le dieron la Medalla de Extremadura lo primero que hizo fue pedir locales de ensayo para los músicos. En el Womad si eres de Extremadura te dan media hora para tocar, mientras que si vienes de fuera tienes una hora completa, no sabemos por qué. Otra cosa con la que no estamos para nada de acuerdo, es que se contraten a grupos cover desde instituciones públicas, ya que eso es negar de calle la cultura musical, ya no es que te guste mi música es que quieres sacar dinero de mi música.

-¿Cómo se organizan como grupo autogestionado?

-Hay muchos problemas al ser un grupo autogestionado, y ventajas. Te da la libertad de poder hacer lo que quieras y eso no está pagado. Un grupo de estas características tiene que hacer conciertos, guardar dinero de esos conciertos para luego poder pagar el local, ensayar, componer, mezclar, masterizar y luego volver a sacar el tema pagar una publicidad y luego repetir el proceso, aparte de pagar la Seguridad Social, las furgonetas, los hoteles... todo eso lo pagas por anticipado, ya que las instituciones pagan cuando quieren, incluso años después, incluso con una ley de pago en la que estipula que se tiene que pagar en un máximo de 30 días, pero se la saltan.