El Obispado y la Cofradía de la Montaña dan los primeros pasos para el centenario de la coronación canónica de la patrona

El santuario de la patrona de Cáceres abrirá el 12 de octubre su Puerta Santa

La Comisión del Año Jubilar, compuesta por representantes del Obispado de Cáceres, del Cabildo Catedral, del Ayuntamiento de Cáceres y por representantes de la Cofradía de la Virgen de la Montaña, tiene previsto desarrollar una larga serie de actos religiosos, caritativos, sociales y culturales

La Montaña, en la plaza en 1924. Al fondo, los ultramarinos de Saturnino Casares.

La Montaña, en la plaza en 1924. Al fondo, los ultramarinos de Saturnino Casares. / EL PERIÓDICO

Miguel Ángel Muñoz Rubio

Miguel Ángel Muñoz Rubio

El centenario de la patrona de Cáceres echa a andar. Este jueves, 27 de julio, se ha reunido con el obispo, Jesús Pulido Arriero, la Comisión del Año Jubilar que se celebrará en Cáceres entre el 12 de octubre de este año y la misma fecha de 2024, cuando se conmemorará el primer centenario de la coronación canónica de la Virgen de la Montaña.

Esa comisión, compuesta por representantes del Obispado, del Cabildo Catedral, del Ayuntamiento de Cáceres y por representantes de la Cofradía de la Virgen de la Montaña, tiene previsto desarrollar una larga serie de actos religiosos, caritativos, sociales y culturales, cuyo momento álgido tendrá lugar en octubre del próximo año 2024.

Por el momento, se ha acordado que el 12 de octubre tenga lugar la apertura de la Puerta Santa en el santuario de la patrona cacereña, según ha informado el Obispado en un comunicado.

Ha sido, además, el primer acto público protagonizado por el nuevo mayordomo de la cofradía, Joaquín Floriano Gómez, salido de las urnas el pasado 29 de junio.

Y es que la Virgen de la Montaña, patrona de la ciudad de Cáceres, ya está con un pie en su centenario, el del siglo de su coronación canónica por el cardenal primado de España, monseñor Reig y Casanova, un 12 de octubre de 1924, quien hace casi cien años bendijo e impuso la corona a la talla, obra de Félix Granda, fruto de las donaciones de los devotos anónimos, hecha de cruces de rubíes, oro, brillantes, zafiros y esmeraldas, cuajada de diamantes, por la que se pagaron 150.000 pesetas. Aquel día la Virgen lució el manto de raso blanco, recubierto de encajes e hilos de oro y plata, donado por Su Majestad la Reina de España Isabel II, una filigrana que se custodia en la sala de mantos del santuario.

Reunión de la Comisión del Año Jubilar, hoy en el Obispado.

Reunión de la Comisión del Año Jubilar, hoy en el Obispado. / EL PERIÓDICO

Fue el 1 de abril de 1906 cuando llegó una noticia desde el Vaticano que revolucionó a los cacereños y llenó las calles de fiesta durante días: el papa Pío X había declarado a la Virgen de la Montaña como patrona principal de Cáceres. 18 años después sería coronada canónicamente.

Todo Cáceres se volcó ante el gran acontecimiento: Nuestra Señora la Virgen de la Montaña, patrona de la ciudad, iba a ser coronada canónicamente. «En todas las clases sociales de Cáceres despierta un gran entusiasmo la iniciativa», decía El Periódico Extremadura en una crónica extraída del mes de marzo de 1924. La diócesis realizó entonces una activa campaña para recaudar fondos con los que sufragar los gastos de la corona. Cuentan que la gente se desvivió.

El Extremadura publicaba, un día sí y el otro también, las listas con los nombres de ciudadanos que habían aportado un donativo. La corona, joya adquirida por suscripción popular, fue fabricada en la Joyería Granda de Madrid por 150.000 pesetas. Custodiada desde entonces en la caja fuerte de una entidad financiera, se hizo con oro, plata, brillantes, rubíes, perlas, zafiros y esmeraldas, No menos se merecía la Reina de Cáceres para este acontecimiento.

Una comisión especial, formada por Beatriz Higuero Cotrina, condesa de Canilleros, Matilde López Montenegro, Soledad García Pelayo, Benigna Navascués, Dolores García Becerra y Teodora García Cabelo, preparó un apretado programa de actos, entre los que se cuentan los Juegos Florales que con Diego María Crehuet (Fiscal General del Estado y magistrado del Tribunal Supremo) como mantenedor, se celebraron en el Palacio Episcopal.

El 2 de octubre la patrona llegó a la ciudad procedente de su santuario en la Sierra de la Mosca donde permaneció en la concatedral de Santa María hasta el 12 de octubre, día en que el cardenal primado de España y arzobispo de Toledo, monseñor Reig y Casanova, que ofició los actos e la plaza Mayor. Cuenta la crónica de este diario que «Su Eminencia tomó en sus manos la corona depositada en la bandeja y la mostró al pueblo en alto los brazos; la ovación estalló clamorosa (...) Bien puede afirmarse que fue aquel momento el minuto histórico de más vigor fervoroso, entusiasta y emocionante que ha tenido Cáceres en toda su vida». 1924-2024, comienza la cuenta atrás. 

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