PERRERA MUNICIPAL

Los abandonos de perros suben una media de 4 o 5 a la semana en Cáceres con la Ley de Bienestar Animal

La asociación que gestiona el refugio intenta no recogerlos y que las familias se los queden hasta que les encuentran un hogar

En la instalaciones municipales del campus universitario hay 81 canes, muchos de gran tamaño, y solamente 23 jaulas

Perros en una de las jaulas.

Perros en una de las jaulas. / JOSÉ LUIS BERMEJO

José Luis Bermejo

José Luis Bermejo

Laura Varaldi vino de Italia hace más de diez años. Era una más de las estudiantes universitarias que llegan a la ciudad para hacer un curso con el programa Erasmus en la Facultad de Veterinaria. Pero su estancia en la ciudad no fue pasajera. A unos pocos metros del centro universitario encontró un refugio en el que comparte su vida con más de 200 animales, entre gatos y perros. Es la presidenta de la Asociación Proyecto Animalista por la Vida, colectivo que gestiona el refugio San Jorge, nombre de la perrera municipal, un centro que lleva tiempo colapsado y que desde hace unas semanas lo está más con la entrada en vigor de la Ley de Bienestar Animal, «los propietarios no conocen bien el contenido de la nueva legislación y lo que intentan es entregar el animal», explicó Varaldi, que añadió que se encuentran «con cuatro o cinco casos a la semana». Por ahora lo que están haciendo es no cogerlos y que las familias se los sigan quedando hasta que les encuentran un nuevo hogar.

La entrada en vigor de la ley, el pasado 29 de septiembre, se ha producido en una época a la que se suman los abandonos de animales de caza, «que siempre los ha habido en este tiempo y ahora se están sumando los perros de compañía que antes no los teníamos», comentó la presidenta de la asociación que gestiona el refugio.

El centro da cabida ahora a 81 perros y a un centenar de gatos, demasiados para un espacio que es insuficiente porque solo cuenta con 23 celdas. Esta situación se la explicó Varaldi al alcalde, Rafael Mateos, que visitó este lunes las instalaciones del refugio junto al concejal de servicios municipales, Pedro Muriel, y el edil de Infraestructuras, Víctor Bazo. Antes de la visita a las dependencias del centro, el regidor informó de que para el año próximo se mantendrá la aportación económica que se da a la asociación, el importe de la subvención es de 45.000 euros con cargo al convenio para la gestión de la perrera, más otros 10.000 euros que se destinan al hospital universitario para los gastos de tratamiento de los animales, cantidad que es insuficiente y a mitad de año ya se ha gastado, precisó Varaldi. La asociación también cuenta con colaboraciones privadas para el mantenimiento de las instalaciones, pero el principal inconveniente es la deuda que se arrastra con el hospital universitario de la Facultad de Veterinaria de la Uex por los tratamientos e intervenciones que necesitan los animales.

Mateos anunció durante su estancia de este lunes en la perrera que en el presupuesto municipal de 2024 habrá 20.000 euros para invertir en las instalaciones del refugio. Varaldi aseguró que esta inversión no puede retrasarse en exceso y que es necesaria una reparación urgente en el vallado, además de la preparación del patio donde sacan a los animales y la canalización de las aguas de lluvia.

Desde la asociación se ha planteado una ampliación de las instalaciones que no acaba de acometerse, los terrenos que rodean el refugio son de la diputación provincial, están dentro de la parcela matriz del Cuartillo. La necesidad de mayor espacio para la perrera se viene proponiendo desde hace una década, entonces ya se destacó por el ayuntamiento la necesidad de que se tenía que modificar el plan de urbanismo para que el suelo que ocupa la perrera tenga la calificación necesaria para albergar un núcleo zoológico, ya que el terreno en esta zona tiene un uso docente. 

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Perros en busca de un hogar

En el refugio se pueden adoptar a los animales, el precio es de 70 euros y en el mismo se incluye el microchip, el pasaporte, la vacuna y la castración del animal. No se sacrifica ninguno de los animales y algunos pasan toda su vida en las instalaciones de la perrera, «cuando el animal muere, quienes lo lloramos somos nosotros», comentó Varaldi.

Yeti.

Yeti. / JOSÉ LUIS BERMEJO

Yeti es un cruce de border collie con mastín, lo recogieron cuando era cachorro de un paso canadiense junto a sus cinco hermanos.

Eloise

Eloise / JOSÉ LUIS BERMEJO

A Eloise la habían dejado, junto a su hermano, ambos cachorros, dentro de un contenedor del polígono industrial de Charca Musia, es una mastín y tiene un año y medio.

Maisha.

Maisha. / JOSÉ LUIS BERMEJO

Maisha es una pitbull de dos años y medio, la usaban para tener cachorros, como reproductora, una vez vendidos, la abandonaron. 

Monte.

Monte. / JOSÉ LUIS BERMEJO

Monte es un beagle. Lo encontró la Guardia Civil en la carretera de Montánchez, lo habían atropellado y se le tuvo que operar. 

Tempranillo

Tempranillo / JOSÉ LUIS BERMEJO

Tempranillo es un galgo que lleva un año y medio en la perrera, es uno de los ‘invisibles’ por el que nadie se interesa para su adopción.

Espiga

Espiga / JOSÉ LUIS BERMEJO

Espìga tiene dos años y es una podenca, estaba abandona y la tuvieron que recoger con una jaula trampa. «Aún tiene mucho miedo y eso echa para atrás a quien la quiera adoptar», detalla Varaldi. 

LA GESTIÓN DE LA PERRERA

Un convenio hasta diciembre de 2025

Es una función asignada al ayuntamiento por ley, pero se presta a través de una asociación 

Una de las competencias que tiene el ayuntamiento por la ley de protección de los animales en la comunidad autónoma de Extremadura es la recogida y el mantenimiento de los animales de compañía que están abandonados o extraviados en el término municipal de Cáceres, que es uno de los más grandes de España, con un tamaño casi similar al de toda la provincia de Guipúzcoa, un inconveniente más para la asociación que gestiona el refugio de San Jorge.

Esta función encomendada al ayuntamiento se presta a través del convenio con la Asociación Proyecto Animalista por la Vida, que se encarga del rescate de perros y gatos que se encuentren en situación de abandono. Este convenio se renovó en 2021 por otros cuatro años más.

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