Tribuna

Mensaje de un premiado

«Vivimos tiempos de dogmas, bulas (bulos) y excomuniones. Siempre alguien manda callar»

Alsina recibió este año el Premio Francisco Cerecedo.

Alsina recibió este año el Premio Francisco Cerecedo. / CEDIDA

Antonio Pariente

Antonio Pariente

El Premio Francisco Cerecedo es un galardón que convoca la Asociación de Periodistas Europeos en España (desde 1983) para premiar la labor de aquellos periodistas que se distingan por su originalidad, por esquivar las presiones de los políticos y defiendan por encima de todo el principio democrático de la libertad de expresión.

Cuco Cerecedo fue un periodista gallego nacido en 1940 y muerto de forma repentina en 1977 cuando cubría un viaje de Felipe González a Hispanoamérica. No tenía ni idea de la existencia de este galardón, lo he descubierto de forma causal hace unos días al escuchar lo pronunciado por el premiado de este año, a saber, Carlos Alsina, director del programa “Más de uno” de Onda cero. Este señor se marcó un discurso, ante una selecta audiencia presidida por los reyes de España, que a más de uno dejaría boquiabierto u otra cosa.

Voy a destacar algunas de las perlas que nos dejó. Citando al propio Cerecedo,dijo: «El elogio es una flor que crece en las ásperas laderas del poder y crea adicción. Comienza como un vino que embriaga ligeramente y termina entregando a sus protagonistas a la frenética necesidad de inyectarse la amapola de la adulación en vena». ¡Qué verdad! Y no me digáis que esto no es para enmarcar: «Nos mueve el simple y radical apego a la verdad. La verdad frente a la manipulación. La verdad frente a la distorsión. La verdad frente a los pretendidos cambios de opinión. Nos mueve el valor que concedemos a la palabra dada, a la coherencia y a la memoria. Lamento defraudar a quienes piensan que todo es elástico. Mantener la palabra dada no lo es; la coherencia no lo es; el compromiso no lo es. La mentira sobre nuestra historia reciente -muy reciente- seguirá siendo mentira, aunque la haya abrazado quien dice velar por nuestra memoria histórica y democrática. La mentira sigue siendo mentira, aunque la haga pasar por verdad quien sabe que es mentira». 

Perdonad la cita, pero no sé decirlo mejor. Y no podía faltar la alusión a la religión. Parece, según él, que algunos quieren ocupar nuestro puesto: «Hace 34 años, un compañero celebró que la religión estuviera siendo sustituida por la política. Temo que la política está siendo sustituida por la religión política. Y el periodismo a secas por el periodismo confesional. Vivimos tiempos de dogmas, bulas (bulos) y excomuniones. Siempre hay alguien mandando callar».

No es palabra de Dios, pero casi. ¡Feliz Adviento!