TRANSPORTE PÚBLICO

El refuerzo de la línea 8 de Cáceres pasa por la adquisición de un nuevo autobús articulado

El vehículo se utilizaría para el tramo que tiene más afluencia, el que está entre la plaza de Conquistadores y los barrios del norte de la ciudad

Los costes de los dos cambios que están sobre la mesa ascenderían a entre 140.000 y 150.000 euros anuales (personal y amortización de la adquisición del nuevo autobús)

Un autobús de la línea 8.

Un autobús de la línea 8. / CARLOS GIL

José Luis Bermejo

José Luis Bermejo

El refuerzo de la línea 8 pasa por la adquisición de un nuevo autobús, lo que está sobre la mesa es que sea un vehículo articulado, como los de la línea del campus que son de mayor tamaño, según comentó este jueves el concejal de Servicios Públicos, Pedro Muriel, a preguntas de este diario sobre los acuerdos salidos de la Mesa del Transporte que se celebró la tarde del miércoles.

La línea 8, con 1,2 millones de viajes en el año 2023, se ha convertido en la más utilizada, muy por encima de las otras que componen el servicio de transporte urbano de la ciudad. Este trayecto conecta la urbanización sierra de San Pedro, en Aldea Moret y el poblado minero, con los barrios del norte de la ciudad, su otra cabecera está en Cáceres el Viejo.

El incremento de viajeros, su uso se ha disparado en los últimos años, llevó a los barrios del norte de la ciudad (Mejostilla, Cáceres el Viejo, Montesol, Gredos y Ronda) a pedir la convocatoria de la Mesa del Transporte para abordar el refuerzo de la línea, un trayecto que ha pasado de los 552.000 viajes en 2020, el año de la pandemia, a los 1.209.000 de 2023. Antes del covid ya tenia números de 892.000 viajes en 2018 y de 896.000 en 2019.

En la mesa de este miércoles, por el gobierno local se hicieron dos propuestas para la línea 8 tras el estudio de la petición vecinal. La primera es su refuerzo con la adquisición de un nuevo autobús, que iría al tramo del trayecto con mayor afluencia, es el que va desde la plaza de Conquistadores hasta los barrios del norte de la ciudad, y recortaría la frecuencia de paso de los autobuses durante los días laborables. Y la otra es que la frecuencia de paso los fines de semana pase de 40 a 30 minutos (las asociaciones de vecinos habían pedido que se bajase a 20 minutos).

Ninguna de las dos propuestas se puede acometer a corto plazo. Ambas requieren de una modificación del contrato que el ayuntamiento tiene con la empresa que gestiona el servicio de transporte público, Subus. Esto lleva un trámite de meses. En el caso de la compra del autobús el tiempo de espera tendrá que ser incluso mayor. En la reducción del paso los fines de semana, el tiempo que se necesitaría para aplicar la medida sería menor, pero sí requiere de un cambio de las condiciones del contrato porque se incrementarían los costes de personal.

Las dos propuestas tendrían un coste anual aproximado de "entre 140.000 y 150.000 euros", según las estimaciones del concejal, la mayor parte sería para la amortización de la compra del autobús.

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