el juicio arranca este lunes

Las claves del juicio del crimen de Miajadas

Un jurado popular juzga esta semana al acusado de matar a un hombre de una puñalada en 2021 por una deuda de 50 euros. Defensa y acusación partirán del supuesto en el que el arma fue encontrada y de la pena por asesinato que pide fiscalía

El detenido por la muerte del vecino de Miajadas, a su salida del Juzgado de Trujillo.

El detenido por la muerte del vecino de Miajadas, a su salida del Juzgado de Trujillo. / EL PERIÓDICO

Arranca este lunes uno de los juicios más mediáticos en lo que va de año. La Audiencia Provincial de Cáceres celebrará la que es su primera vista por un caso de homicidio en este 2024. Fue en octubre del pasado año cuando tuvo lugar la última, por el crimen de Logrosán. También el pasado año, el TSJEx desestimó el recurso del hombre condenado por el crimen de la motosierra en Palomero.

En este caso, han sido algo más de tres años de instrucción para unos hechos que se produjeron en diciembre de 2021. La estimación es que se prolongue durante tres días debido a que deben ser interrogados tanto el acusado, un hombre de 19 años, como los testigos y todos los peritos. Este rotativo desglosa las principales particularidades del juicio, ya que cuenta con un procedimiento diferente al del resto de delitos.

Un jurado popular decide si es culpable

Una de las verdaderas singularidades de esta vista es que será un jurado popular el que decidirá si el acusado debe ser declarado inocente o culpable. Tras el veredicto, sí será la Sala la encargada de cuantificar la pena en caso el que se determine la culpabilidad. Para ello, el juzgado contacta por sorteo con 36 ciudadanos que deben asistir --maleta en mano-- la jornada del señalamiento. De este total, se hace una criba de 11 personas, 9 titulares y 2 suplentes. Cuando las partes den el visto bueno, se conformará el tribunal popular y ya podrá arrancar el juicio. Como dato, si alguien es convocado para ser jurado debe presentarse de forma obligatoria, cierto es que la ley contempla excepciones para alegar no asistir pero no presentarse sin causa justificada puede acarrear multas de hasta 1.500 euros.

El detonante: una deuda de 50 euros

Tanto las partes como el jurado popular escucharán los testimonios de los implicados en el caso, tanto del acusado como el de los testigos y agentes. Uno de los puntos claves de los que partirán está detallado en el escrito de acusación de la fiscalía. El desencuentro que provocó el fatal desenlace estaba motivado por una presunta deuda que ambos mantenían por un asunto de drogas y que ascendía a 50 euros. En sus conclusiones, el ministerio público recoge que ambos, acusado y víctima "mantenían una amistad de años, si bien, desde unas semanas antes del 2 de diciembre de 2021, se había deteriorado debido a que uno de ellos le reclamaba una deuda de 50 euros derivada de un hecho relacionado con la venta de sustancias estupefacientes". La fiscal expone en su escrito que la motivación del crimen fue la insistencia de la víctima para cobrar la deuda y la falta de interés del acusado en pagarla.

El arma del crimen fue encontrada

Otro de los asuntos que deberán hacer frente las partes es que, a juicio de la fiscalía, el arma del crimen fue hallada por los agentes. Se da la circunstancia de que no es habitual que se encuentre. El ministerio público expone que el arma "fue arrojada por el acusado por encima de un muro de una parcela abandonada" y pudo ser recuperada un día después porque "un vecino vio al acusado de noche de los hechos lanzar algo sobre el muro y pareciéndole sospechoso el gesto, lo comunicó a la Guardia Civil, quien organizó un dispositivo de búsqueda en el lugar, con un gran despliegue de personas y drones hasta que al final localizaron el cuchillo entre la maleza de 22 centímetros de longitud y 10 centímetros de hoja. Un día después, los agentes registraron el domicilio del acusado "e intervinieron cuchillos similares al utilizado como arma del crimen, piedra de afilar y ropas que el acusado llevaba la noche de los hechos en el tendedero".

Unas presuntas amenazas previas

La acusación pública ha concluido provisionalmente, además, que el acusado lanzó unas amenazas los días previos al fatal desenlace. De forma sucesiva, y porque "le resultaba urgente cobrar los 50 euros, la víctima estuvo llamando al acusado en varias ocasiones". "Para ello, utilizó teléfonos de sus amigos porque el suyo estaba averiado". Como no obtuvo respuesta, el joven fue al bar que regentaban los padres del acusado y les pidió que le pagaran la cantidad, cuestión a la que ellos se negaron. Pasadas las 21 horas, y en su empeño de cobrar la deuda, la víctima se dirigió al domicilio del acusado acompañado de un amigo, pero tampoco lograron localizarle porque no se encontraba en su casa. Acto seguido, el acusado llamó a la Guardia Civil para informarles que había sido amenazado y concluyó que no quería interponer denuncia pero que si los agentes no hacían nada, dijo que "tendría que pegarle dos puñaladas y así acabar todo".

Piden la máxima pena: 19 años por asesinato

A falta de conocer la petición que pide la acusación particular, la fiscalía pide condenar por un delito de asesinato al acusado. Considera que principal imputado por su muerte debe ser condenado a 19 años de prisión y además, pagar indemnizaciones a los familiares que superan los 300.000 euros.

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