Finalmente, la subasta del edificio de la calle Moret (que lleva vallado desde febrero de 2023) y que linda con la calle Pintores se ha cerrado sin pujantes. Se trata de una subasta judicial voluntaria, tramitada por el Juzgado de Instrucción Número 2 de Cáceres, para dar salida a este inmueble que ha sufrido desprendimientos. Su tasación está en 781.193 euros, pero el precio inicial de la puja se estableció en 309.000 euros.
Opciones
Según fuentes consultadas por este periódico, ese precio de salida se estipuló porque había un comprador interesado, pero que, finalmente, no ha pujado por este inmueble.
No obstante, la extensa familia propietaria del inmueble ya baraja «soluciones inmediatas» para continuar con el proceso de venta de este edificio. Y una de esas opciones sería plantearlo como venta directa. El inmueble sigue acordonado por riesgo de derrumbe. El mayor damnificado fue Lizarrán, negocio de hostelería que tuvo que quitar la terraza y echar el cierre.
Fue el propio empresario el empresario hostelero Jorge Gómez, dueño de la franquicia Lizarrán en Cáceres, el que tuvo que avisar a la Policía Local tras observar que unos cascotes del inmueble colindante al que era su negocio se habían caído a la calzada, justo donde ubicaba la terraza. Entonces no imaginaba que la respuesta del ayuntamiento iba a ser acordonar el inmueble y obligarle a retirar los veladores. «La terraza es el 60% de mi negocio; tengo 8 empleados y sin terraza no hay quien mantenga esto», expresaba entonces el empresario.