Concierto en el Palacio de Congresos

Manolo García en Cáceres: "Cuidad vuestra tierra y salid a apoyar a los agricultores"

El cantante ha empezado el espectáculo cantando 'Los cítricos amantes' sentado en un sillón y tocando la guitarra

Manolo García abarrota el Palacio de Congresos de Cáceres

EL PERIÓDICO

Como era de esperar, Manolo García ha empezado su concierto en el Palacio de Congresos de Cáceres por todo lo alto. Para sorpresa del público, comenzaba a cantar sentado en un sillón y tocando con la guitarra la canción 'Los cítricos amantes'.

El artista regresaba por segunda vez a Extremadura dentro de su gira 'Teatros'. La semana pasada, abarrotó el auditorio del recinto ferial de Herrera del Duque y en Cáceres, agotó las entradas hace un mes.

A Manolo no se le resiste nada. Además de la guitarra acústica, el catalán demostró sus dotes musicales tocando el arapaconda, los timbales, la caja, los platillos y la batería. Y no solo se lució él. El cantante estuvo arropado por ocho músicos de alto nivel que convertían el escenario del Palacio de Congresos en una joya musical. La decisión de hacer un repaso de sus últimos discos fue aceptada por los asistentes, que le acompañaban en cada una de las letras elegidas.

A pesar de ser entradas numeradas, el público no dudó en levantarse de la butaca y arropar al artista desde el primer minuto del concierto. Manolo, por su parte, se paseó entre los asistentes y recibió un ramo de flores. Entre canción y canción, el catalán confesó su malestar con la situación del campo: "Cuidad vuestra tierra y salid a apoyar a los agricultores".

Un sorteo peculiar

Lo más atípico de la noche fue el sorteo que realizó entre los espectadores durante el descanso de 15 minutos que hizo a las once de la noche. Los premios de la rifa eran los siguientes: un burro (seguramente en homenaje al primer grupo del que formó parte en sus comienzos), una guitarra de juguete, una carraca y una paleta de jamón.

Con frases como "nunca discutas con un superior, corres el riesgo de tener razón" o "el opresor no sería tan fuerte, si no tuviese cómplices entre los propios oprimidos", amenizó el corto tiempo de descanso.

Tras el parón, Manolo regresaba a los escenarios interpretando clásicos como 'La llamada interior' o 'A veces se enciende' de su anterior grupo, 'El Último de la Fila'.

A sus 68 y tras más de 40 años de carrera artística, el músico se entregó en cuerpo y alma ante el Palacio de Congresos de Cáceres. Manolo García quiso dedicarle el concierto a Adenex, "una asociación que lucha por conservar y defender los paisajes, el patrimonio y los recursos naturales" y a todos los que han hecho kilómetros para ver el concierto, de nuevo inolvidable para sus más fieles seguidores.