Las reacciones tras el derrumbe en la calle Évora. 5 pisos desalojados

Los vecinos detectaron hace meses una grieta en la fachada de Nuevo Cáceres

Los expertos aseguran que los contrastes climatológicos y la lluvia aceleraron el desplome

Los arquitectos descartan daños estructurales

Técnicos del ayuntamiento y el arquitecto contratado por la finca, inspeccionando el edificio.

Técnicos del ayuntamiento y el arquitecto contratado por la finca, inspeccionando el edificio. / Jorge Valiente

Los vecinos del edificio cuya fachada se derrumbó el pasado lunes detectaron hace varios meses una grieta en la pared que se desplomó. Las viviendas que están situadas en la parte más cercana venían denunciando desde hace tiempo que las humedades eran constantes en algunas de las paredes. De las 20 viviendas que tiene este inmueble, cinco continúan desalojadas de forma voluntaria y con algunas de las habitaciones precintadas. Pueden decidir entre residir fuera del bloque hasta que la pared sea reparada completamente o regresar, pero sin poder utilizar algunas de las estancias.

El concejal de Seguridad, Pedro Muriel, señaló que el inmueble no tiene daños estructurales y apuntó a problemas de humedad como la causa principal del suceso, según las indagaciones de los técnicos del ayuntamiento, con el jefe del área de Urbanismo al frente. La comunidad de propietarios, a través del administrador de fincas, contrató a un arquitecto que realizó una comprobación del inmueble junto a los operarios municipales para dilucidar las medidas que debían tomarse en las cinco viviendas afectadas. Muriel indicó que "se trata de casas grandes, en las que los espacios habitables no están afectados por el derrumbe".

Factores climatológicos

El decano del Colegio de Arquitectos de Extremadura (Coade), Juan Antonio Ortiz, no quiso aventurarse a hacer un análisis de lo ocurrido hasta poder visualizar un informe pericial del siniestro. Sí que indica que "a ciencia cierta, han tenido relación los factores climatológicos de los últimos días: la cantidad de lluvia acumulada y el contraste de temperaturas. Sería muy atrevido decir algo más, creo que requiere de un análisis muy específico e in situ del motivo por el que se ha desprendido esta fachada ‘ciega’". "Si los vecinos dicen que había una grieta, el agua habrá penetrado en la pared y todo puede haberse acelerado, ya que en el interior se producen efectos ‘químicos’, como vapor de agua, que pudo ser el causante, aunque hay que esperar a los informes finales", reiteró.

"Sonó como una bomba"

El lado positivo del suceso es que el desprendimiento de cascotes no produjo daños personales, puesto que gran parte se vino abajo sobre una parcela vallada que todavía no está edificada y nadie pasaba nadie por la acera en ese momento. Sin embargo, fue imponente el susto que se llevaron los residentes cuando oyeron el estruendo.

Uno de los locales del propio inmueble lo emplea la empresa cacereña HiperTambo. Cuando el suceso se produjo, aún estaba una dependienta en el interior. Su compañera, Noelia Amado, dice que "nos contó que había sonado como si hubiera caído una bomba". En la mañana de ayer, no Amado no pudo acceder al almacén hasta que el arquitecto se lo permitió tras haber realizado una exhaustiva revisión de todas las paredes.

El análisis de la fachada 

La empresa Caesa -ya desaparecida- terminó de construir el edificio en 2004. Según señalan expertos consultados por este diario, en la pared medianera se puede observar un acabado de medio pie de ladrillo, un aislamiento térmico de lana de vidrio y un enfoscado exterior.

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