Cita en intramuros

La ciudad monumental de Cáceres se llena de aves

El festival termina su XIV edición con una maratón de actividades que recorren el casco antiguo

Así ha vivido Cáceres el festival de las aves

Jorge Valiente

Cámaras y prismáticos al aire para disfrutar del último día del Festival de las aves. Un maratón de actividades recorrieron las calles empedradas de la parte antigua de Cáceres para todo aquel que quiso conocer en detalle la fauna que sobrevuela el centro histórico de la capital cacereña. 

Una nueva perspectiva de la Zepa (zona de especial protección para las aves) de carácter urbano aportó Alberto Rubio, guía de Monfragüe Treasures. En su ruta ornitológica mostró y divulgó sobre los pájaros que anidan y surcan los cielos del casco antiguo: cernícalos, primillas o vencejos, entre otros. Entre los participantes de esta actividad estaba José Antonio Aguilar, cacereño, al cual le encantan las aves y la naturaleza. "Es un privilegio tener una zona Zepa en pleno centro histórico de la ciudad", destacó. También comparte esta afición otra de las asistentes a dicha actividad, Amanda González: "Mis abuelos son de Cáceres y quería conocer las aves de esta ciudad". 

Para conocer hay que seguir las pistas, como en el paseo-taller guiado por Alejandro Palomo. Actividad donde los participantes descubrieron los diferentes rastros con los que se pueden identificar las aves.

Especies que los interesados contemplaron desde la muralla de Cáceres, en concreto en la Torre de Bujaco y Torre de los Pozos. Los observatorios contaron con entrada libre durante todo el día. Aunque para tener una imagen nítida de las aves, la exposición de FIO 2024 disponía de una selección de las 50 mejores fotografías en el Baluarte de los Pozos. 

Fueron actividades pensadas para un público adulto, pero también para los más pequeños. Como el taller infantil de Anser (Asociación naturalista de amigos de La Serena) donde los niños dibujaron, moldearon pájaros de plastilina y regalaron libros para que "los niños conozcan las aves y puedan protegerlas porque ellos son el futuro", destacó José Antonio Herrero miembro de la asociación. En la misma línea, el taller de Sociedad Extremeña de Zoología donde los más pequeños crearon huellas de arcilla con la finalidad de "conocer para proteger", destacó el portavoz Jorge Mateos, mientras que Amus (Acción por el mundo salvaje) bajo el lema ‘un campo en equilibrio’, trató de enseñar la importancia de las aves tanto insectívoras como depredadoras en el campo.

Un programa para los más pequeños que los hijos de Manuel Zazo, cacereño, no se pierden. "A mi hijo mayor le gusta mucho la naturaleza y el año pasado vinimos de casualidad al taller de Anser, le despertó curiosidad sobre las aves, y este año ya preguntó por las actividades infantiles del Festival de las Aves", declaró el padre.

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