Desmantelan una trama de inspecciones fraudulentas en una ITV privada de Cáceres

La Guardia Civil ha desmantelado una supuesta trama que se lucraba a través de inspecciones de vehículos fraudulentas. Han sido investigados un particular y un inspector de una ITV privada de la provincia, confabulados, supuestamente, para llevar a cabo la comisión de los hechos delictivos.

Según ha informado el Cuerpo de Seguridad, en noviembre de 2020 un ciudadano presentó a la inspección técnica periódica su vehículo en una estación de ITV privada de la provincia de Cáceres, con resultado desfavorable debido a que el vehículo llevaba instalados unos faldones que no estaban homologados. El hombre acudió a un taller y el titular del mismo le facilitó el contacto de una persona "podría darle una solución a su problema con el vehículo".

Ese contacto le ofreció al conductor pasar la ITV en otra estación de la provincia sin tener que desmontar los faldones, con un coste de 50 euros. El propietario accedió y el vehículo pasó la inspección de forma favorable. Al año siguiente, en la nueva revisión, el vehículo no pasó la inspección y el propietario llevó el coche a una ITV pública retirando los faldones. En enero de 2023 el hombre decidió interponer una denuncia ante la Guardia Civil.

Investigación de los hechos

Los agentes han practicado distintas diligencias que han arrojado que en un intervalo de tiempo de 9 días, los agentes pudieron observar como el particular sobre el que recaían las sospechas presentaba ante la misma estación de ITV un total de 31 vehículos, todos los cuales obtuvieron un resultado favorable a su inspección. 

Igualmente, se han obtenido diferentes datos significativos, entre ellos su estrecha relación con un inspector de la estación, finalmente investigado.

Los investigadores han conseguido desvelar y desmantelar una supuesta trama fraudulenta en la que dos personas se lucraban con la presentación de vehículos a inspección obteniendo un resultado favorable a cambio de favores, regalos o retribuciones, por parte del particular al inspector de la estación de ITV, cuya forma de actuar, supuestamente, era desconocida por los responsables de la estación. Por su parte, el lucro del particular se basaba en el cobro a los titulares de los vehículos por la gestión que realizaba de presentarlos a la ITV asegurándoles además el resultado favorable, con independencia de la deficiencia que pudieran presentar, todo ello con la supuesta confabulación del inspector investigado.