Feria y Fiestas de San Fernando

Robo en la Feria de Cáceres: "Me han quitado mi vida, la herramienta con la que doy de comer a mis hijos"

Una familia de feriantes denuncian la desaparición de sus dos puestos de buñuelos

Ubicación exacta de los carros de buñuelos sustraídos

EL PERIÓDICO

José Luis Jiménez, feriante que instaló en el recinto de atracciones de Cáceres dos carros de buñuelos la noche del pasado 22 de mayo, ha denunciado la desaparición de estos. Era la primera vez que su familia y él montaban el puesto en el ferial y lamentan la falta de seguridad. «La plaza en la que estaba mi carro, yo se la pago al ayuntamiento en un supuesto recinto cerrado con protección, y allí no hay ni vigilantes ni nada», expresa.

Fue su hija de 21 años la que se percató en la mañana del viernes, día 25, de que se habían llevado los dos carros de buñuelos. Según Jiménez, la chica lleva desde entonces con ataques de ansiedad. A la mañana siguiente de que se produjera el hurto, Jiménez estuvo buscando y preguntando a los feriantes de alrededor por si alguien sabía algo del paradero de sus puestos de buñuelos. «En 30 años que llevo trabajando por las ferias de toda España, jamás he visto esto. Es una mafia, los feriantes se roban entre ellos», asegura. Además, lo que más ha sorprendido al dueño de los carros robados es que ningún agente de la Policía Local se personara en el lugar de los hechos, a pesar de estar tramitada la denuncia. «Cuando salí de la feria, nadie me pidió papeles. Allí cualquiera puede llevarse los remolques y dejar a más familias desamparadas», explica.

«Tenemos claro que el que nos ha robado es un feriante de Cáceres», narra convencido. El valor de los dos carros sustraídos ronda los 30.000 euros y era la única fuente de ingresos que Jiménez tenía para alimentar a su mujer y sus dos hijos. «Nos han quitado nuestra vida, llevamos cuatro años trabajando sin parar para poder pagarlos, eran mi herramienta de trabajo», lamenta.

Recuperar su trabajo

La Asociación por los Derechos y la Unión de la Comunidad Gitana de Andalucía ya se ha hecho eco de la noticia y va a tomar medidas al respecto, demandando al Ayuntamiento de Cáceres. Tras el robo y la «inseguridad» que la familia asegura haber vivido en el ferial, decidieron marcharse de la ciudad. «Hemos salido huyendo de allí porque nos iban a matar», dice con preocupación. Ahora mismo están en la Feria de Alcalá de Guadaíra gracias a que un amigo le ha cedido un puesto para que la familia genere algo de ingresos este mes. 

José Luis Jiménez ya había montado su puesto de buñuelos cuatro años consecutivos en Extremúsika, que a pesar de ser la misma ubicación, sí que consta de un recinto cerrado. Tras el disgusto, si algo tiene claro Jiménez es que «a la Feria de Cáceres» no vuelve. Ahora espera que el ayuntamiento asuma la responsabilidad para salir de este bache que tiene sin dormir a sus hijos. «Había concertado un montón de ferias y festivales para este verano. Me han buscado la ruina», comenta el vendedor, con la esperanza de que esto se solucione lo antes posible.

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