Crítica Teatral

Brillante inicio del clásico teatro de Cáceres

El 35º festival de teatro convertido en certamen

Carlos Hipólito durante la representación de la obra 'Burro', ayer en San Jorge

Carlos Hipólito durante la representación de la obra 'Burro', ayer en San Jorge / Jorge Valiente

Miguel Fresneda Corchado

En la plaza de san Jorge, abarrotada por un público entusiasmado con la Cia Ay Teatro, bajo la eficiente dirección escénica de Yayo Cáceres, aplaudió a rabiar y no sólo al final del vibrante espectáculo, sino también en otros momentos, rubricando así la excelente interpretación del monologuista (y narrador en Cuéntame) Carlos Hipólito, que nos dio una soberbia lección de bien hablar, con muchos registros tonales, sino mejor aún con su gran expresividad corporal apareciendo como un muy creíble y humanizado asno, no solo por sus inigualables rebuznos y relinchos, sino por aportarle un sinfín de tiernos y reflexivos sentimientos humanos.

 A lo largo de ocho selectos episodios de nuestra literatura clásica el dramaturgo Álvaro Tato fue recorriendo y glosando el trato irónico cuando no satírico de tan noble animal muy injustamente infravalorado: en las moralistas Fábulas de Esopo o en el Asno de oro de Apuleyo y después en los carnavalescos entremeses medievales, pero lo inmortalizó en el famoso y sanchopancesco Rocinante con sus descabelladas aventuras quijotescas y al final líricamente poetizado en el juanramoniano Platero y yo, con el que dialoga tiernamente su mujer Zenobia Camprubí.

El mensaje de tan aleccionadora puesta en escena fue claramente animalista o que intentemos mejorar nuestro trato con los animales, sin abusos ni menoscabo alguno. Fue una hora y media muy vibrante y amena con este sencillo y didáctico montaje, meritorio por su sencillez técnica: reducida escenografía y atrezzo, salvo la suave y rítmica música en vivo con una sobresaliente interpretación no solo del protagonista Carlos Hipólito, sino también de los tres intérpretes-músicos, especialmente la de Fran García como su Sombra, con la que dialoga frecuentemente y al romperse el luminoso cubículo donde se proyecta y salir antes de que el pavoroso e inminente incendio les devore, representado con gran frenesí como lenguas de fuego bien movidas por Iballa Rodríguez. 

 Ciertamente y como novedad el público asistente puede valorar del 1 al 5 la dirección escénica, la interpretación y la virtualidad de cada Compañía teatral y depositar su voto al final de cada espectáculo. Los premios se harán públicos y entregados en una Gala Benéfica, al día siguiente de la última representación. Confiamos en que esta primera representación haya conseguido una muy alta calificación, a juzgar por los prolongados y resonantes aplausos, nosotros salimos muy complacidos y maravillados de tanto arte con reducido artificio.

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