Torre de Santa María, sierra y llano

La localidad se asienta en una llanura en las proximidades de la Sierra de Montánchez que presenta todas las características de la penillanura trujillano- cacereña. Son tierras agrícolas donde cosechan un excelente vino y buenas aceitunas, amén de dulces e higos secos. Su terreno es ondulado y desde él asoman pequeñas sierras como el cerro del Corral y la loma de las Navas. Tierras bañadas por los arroyos de Arrolino y el arroyo de Las Malezas.

Zonas adehesadas que se extienden por el término donde es frecuente encontrar manchas de alcornoques en la umbrías de la Sierra de Montánchez, cercanas casi siempre a los afloramientos de agua y zonas de terrenos arcillosos. Además de la fauna característica y representativa de este ecosistema, podemos encontrar un sinfín de plantas silvestre y aromáticas con interesantes posibilidades productivas.

Torre de Santa María está incluida en la comarca de Montánchez y Tamuja que muestra las huellas de su pasado histórico en un conjunto diseminado y prolífico de hallazgos y edificaciones civiles y religiosas que nos hablan de un interesante patrimonio artístico y monumental, cuyos antecedentes se remontan a la prehistoria.

Su patrimonio artístico tiene un referente en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, edificio de una sola nave que un conjunto de arcos fajones divide en cuatro tramos. El edificio está construido en mampostería con refuerzos de granito en los contrafuertes. En el lado de la epístola, tiene la sacristía y la torre.

Tiene dos portadas, en arcos de medio punto, una de ellas bajo pórtico. El techo lo componen bóvedas de cañón con lunetos que se combinan con otras de tercelete y de cuarto de esfera.

El templo muestra sus dos fases de construcción, el presbítero y su zona del siglo XVI, y el resto de la iglesia, fechada un siglo después. En el interior destaca, el retablo mayor, una pieza de madera policromada del siglo XVII, que se divide en banco. En este retablo se sitúa la imagen de la Virgen de la Asunción y una pequeña talla de San Blas.

En uno de los retablos que se sitúan a los lados del edificio, más moderno, se venera una magnífica talla policromada de la Virgen con niño que parece datar del siglo XV.

Sierra y penillanura configuran el entorno natural de Torre de Santa María y de la vasta comarca extremeña de Montánchez. La variedad y diversidad están presentes y permiten descubrir al visitante una naturaleza privilegiada y en equilibrio con los aprovechamientos agrícolas y ganaderos. Oteando el territorio, se observa un paisaje en el que la estepa, la montaña y la dehesa definen la forma del territorio.