El cementerio militar alemán de Cuacos de Yuste (Cáceres), único de estas características que existe en España, ha sufrido actos vandálicos. El usuario en Instagram que responde a las iniciales @na.. ha subido varios vídeos en su cuenta donde se puede observar a su perro defecando en este lugar. La grabación va acompañada con el siguiente mensaje: "Jaja abono para un esqueleto nazi". Además, al dueño del animal se le ve saltando por las lápidas mientras juega con su can.

Tras condenar el ataque y denunciarlo a la Guardia Civil, el alcalde de la localidad, José María Hernández, ha destacado que lo primero es proteger el patrimonio histórico-cultural del municipio "y este camposanto forma parte del mismo. Es un atractivo turístico de primer orden, que no tiene por qué verse empañado por payasadas y tonterías". Hernández ha añadido que "tristemente, no es la primera vez que se producen actos vandálicos. En otras ocasiones han aparecido cruces rotas, pintadas..."

Realmente, según los datos que detalla el libro "El Cementerio Militar Alemán de Cuacos de Yuste", de José Carlos Violat, Agustín Ruzafa y Francisco Javier Verdú, en el cementerio, reposan los restos identificados de 155 soldados, marinos y aviadores alemanes. Otros 25 enterramientos no alojan restos humanos, al ser imposible localizarlos, de los que en 17 figuran sus nombres y ocho son de militares desconocidos, en las que se puede leer la inscripción "En Unbekannter Deutscher Soldat" (Un soldado alemán desconocido).

Algunos de ellos murieron en hospitales españoles a causa de sus heridas y sus tumbas estaban repartidas por toda España. El Volksbund (asociación alemana encargada de velar por los cementerios de guerra alemanes) entre los años 1980 y 1983 los reunió en esta última morada y desde entonces sufraga el mantenimiento del recinto, que forma parte de la historia de la localidad de Cuacos de Yuste desde hace casi 35 años.

Aquí hay enterrados 180 soldados, aviadores y marinos de la Primera y de la Segunda Guerra Mundial. Todos ellos fallecieron en las costas y tierras españolas por naufragios o derribo de sus aviones durante ambos conflictos. Es un camposanto militar en el que todas las sepulturas son iguales y únicamente tienen una cruz en granito oscuro, el nombre del soldado, la categoría militar y las fechas de nacimiento y de fallecimiento. De todos ellos, 154 militares lucharon bajo las órdenes de Adolf Hitler durante la II Guerra Mundial en el bando nazi. Los 26 restantes fueron militares de la I Guerra Mundial.