La Hortensia, la Justina, Juliana ‘la Risitas’, Chencha ‘La Camacha’, Pili ‘la Cajalseña’, las Julias, tía Carmen ‘la Lechera’... Cada rincón de Torre de Don Miguel recuerda a una de sus vecinas, las que viven o vivieron. Placas con nombre de mujer. Y detrás de cada nombre, una historia.

María Jesús Nuevo es la técnica del Centro de Interpretación Comarcal Sierra de Gata de esta pequeña y bella localidad serragatina. «Es una forma de recordar nuestra historia y homenajear a estas señoras a través de sus apodos. La iniciativa se desarrolló dentro de las actividades enmarcadas con motivo del 8 de marzo», cuenta Nuevo. «Se trata de rendirles un bonito gesto a todas ellas».

Por eso, se ha creado una ruta turística que lleva por título ‘la ruta más sentimental’ «y con ello lo que se pretende también es que los visitantes puedan conocer el municipio. Pero sobre todo se trata de que las generaciones más jóvenes conozcan quiénes eran estas mujeres», narra María Jesús.

La plaza de la Hortensia recuerda a Hortensia, «que tenía un comercio de unos 25 metros cuadrados y vendía más que El Corte Inglés», detalla la responsable.

Asimismo rememora especialmente la calle que se ha dedicado a Juliana ‘la Risitas’. «Era una persona que siempre se estaba riendo, buena, encantadora y simpática, que falleció durante el estado de alarma por una enfermedad en una residencia, no por coronavirus y su último deseo fue que el pueblo la acompañara en su velatorio, aunque debido a la situación de pandemia solo la pudieron velar su hijo y el sacerdote».

Ahora, son más de cien los nombres y apodos que acompañan a los letreros de las vías y rincones de Torre de Don Miguel que repasan la historia del municipio. Es el caso de las Julias. «Cuando Julia, una mujer de 98 años que sigue residiendo aquí, vio la placa. Se emocionó y se puso a llorar».

La iniciativa ha tenido respaldo masivo. «La gente me pregunta: ¿Y cuándo vas a poner el de mi abuela, madre?», apunta María Jesús. «Los pueblos de la provincia de Cáceres no pueden entenderse sin el esfuerzo de la mujeres. Son la mitad de la historia pasada y presente. Esposas, madres, hijas, amas de casa, cuidadoras, emprendedoras, protagonistas invisibles, heroínas de lo cotidiano».

Todo ello reflejado en esta muestra que emociona y llega al corazón, que defiende las raíces, el trabajo y el valor de aquellas que tanto lucharon por los derechos y la vida.