Olvídate por un momento del tráfico, el ruido y las aglomeraciones. Siéntate y disfruta. Ocupa una las mesas y quédate en silencio. Solo tienes que ver el maravilloso paisaje que tienes ante ti y escuchar. Puedes oír el cantar de un jilguero porque Baños de Montemayor huele y suena a bosque, agua, paz… Quédate así unos minutos y sabrás que esto es el lujo con mayúsculas. Aire libre y puro, naturaleza y una gastronomía de diez. ¿Se puede pedir más? En este bonito viaje al Valle del Ambroz, El Periódico te presenta el restaurante y apartamentos turísticos La Peña, en las que te chuparás los dedos y es toda una institución en el pueblo.

Diez son los apartamentos que posee este establecimiento -cuatro para cuatros personas y seis para dos-, que cayó en manos de Enrique Castelani Miguel hace apenas seis años, una persona muy conocida que lleva 21 en el mundo de la hostelería (empezó en un bar que se llama Candilejas y después montó El Rincón de la Tapa).

Su experiencia en el sector le hizo ver que tenía que sacarle todo el partido posible al restaurante y acertó: «El balneario es clave, principal motor económico del pueblo. Viene un montón de gente del Imserso, aunque con la pandemia hemos notado su ausencia; disponíamos de menús concertados con ellos y tras la suspensión de los viajes nos tuvimos que reinventar en los fogones. Ahora con el levantamiento ya se nota y los huéspedes prefieren desayunar, comer y cenar aquí, el resto del tiempo lo dedican hacer turismo».

Actualmente están trabajando tres personas entre semana y cinco los sábados y domingos. En este rincón gastronómico puedes comerte ricas carnes extremeñas, pescados frescos a la brasa, ensaladas, entre otros muchísimos manjares, y hay una gran variedad de vinos… La cocina es tradicional, pero siempre intentan darle un toque divertido y actualizado, aunque no faltan los platos de toda la vida en su exquisita carta.

«Este verano se presenta bien la cosa porque llegan las personas de fuera, que son naturales de aquí. También esperamos que vengan poco a poco los abuelinos y los turistas. Nos gusta la comida sana e intentamos elaborarla así, además de cuidar la calidad». Con esta carta de presentación, solo se puede decir que aquí todo está a pedir de boca.