El Ayuntamiento de Palomero ha lanzado un bando para pedir «tranquilidad» a los vecinos, que durante estas fiestas navideñas han visto alterado el tranquilo discurrir de este pueblo de la comarca de Trasierra-Tierras de Granadilla por una oleada de robos en viviendas.

Se han registrado más de una decena de robos (mediante la manipulación del cilindro o bombín de la cerradura). El ha sido el mismo en todos los casos: segundas residencias que se encontraban deshabitadas y de las que se han extraído mobiliario y electrodomésticos de distinto valor.

Desde el consistorio no han realizado declaraciones respecto a la alarma social que se ha generado en el pueblo, y tan solo aclaran que hay una investigación en curso. Si bien, el gobierno local se ha visto obligado a emitir un bando ante la incertidumbre de los vecinos.

«Desde el Ayuntamiento de Palomero queremos transmitir un mensaje de tranquilidad ante la oleada de robos que está sufriendo el pueblo, tema de mucha preocupación para todos por la inseguridad ciudadana que provocan. Las fuerzas de seguridad están llevando a cabo las gestiones pertinentes. Sólo pediros que estéis pendientes de las casas de familiares que no están en el pueblo, y ante cualquier indicio avisad a la Guardia Civil», reza el mencionado bando.

Un bando que ha provocado que muchos de los vecinos de Palomero, un municipio de apenas 400 habitantes, hayan instado al consistorio a que solicite formalmente el aumento de la vigilancia policial en la zona durante la noche.

Una petición, la de aumentar la vigilancia en las zonas rurales, que no es nueva y que llevan reclamando numerosos consistorios del norte de la provincia ante las diferentes olas de robos que, cíclicamente y en diferentes áreas, se van registrando cada año. 

Ante esta situación, los ciudadanos han comenzado a reforzar las medidas de seguridad en sus propios domicilios, a la vez que han instado a los familiares que no residen en Palomero a revisar también la seguridad de sus segundas viviendas.

Más vigilancia en zonas rurales

El pasado mes de noviembre también se denunció una oleada de robos en segundas residencias ubicadas en La Vera, lo que provocó que aumentara la presencia de la Guardia Civil.

Se denunciaron decenas en Barrado, Arroyomolinos de la Vera, Pasarón de la Vera y Cabrero.

A la alarma que se generó en el pueblo, y en los de alrededor, le siguió un aumento de la vigilancia de la Guardia Civil. «Esperemos que la oleada de robos no regrese cuando esa vigilancia baje. Porque en las zonas rurales falta mucho más personal de seguridad, ya que los medios locales de los que disponemos son muy limitados», lamentaba entonces alcalde de Arroyomolinos de la Vera, Manuel Mateos