Nació el 20 de junio de 1910 en Talavera la Vieja, la antigua ciudad de Augustóbriga que desde 1963 permanece sumergida bajo las aguas del embalse de Valdecañas. Vio desaparecer su pueblo natal y tuvo que reinventar su vida y la de su familia. Avatares que no han provocado que esta extremeña, que ayer cumplió la friolera de 112 años, haya perdido la ilusión de vivir.

Silveria Martín Díaz, residente en un centro de Villanueva de la Vera, se convirtió el año pasado en la persona más longeva de Extremadura (y la tercera de España).

Hasta el pasado 19 de julio de 2021, ese honor recaía en Inocencia Zofio Cajal, nacida el 1 de mayo de 1910 en la localidad de Valencia de Alcántara, que falleció en Cáceres en junio de 2021, a los 111 años y 79 días. Ostentaba el título extremeño a la persona más anciana desde el 22 de diciembre de 2019.

Un pasado sumergido

Fue entonces cuando Silveria le tomó el testigo. Nació y continúa viviendo en Extremadura; en su provincia de Cáceres. Algunos de sus recuerdos han quedado sumergidos como el pueblo donde vino al mundo: Talavera la Vieja.

Cuando su localidad natal quedó anegada, ella ya contaba con 53 años; fue entonces cuando se completó el éxodo de los talaverinos, debido a que el gobierno franquista (con su agresiva política hidráulica) decretó el desalojo, pese a que la primera ubicación del pantano salvaba el municipio, porque se construiría por encima del mismo. Pero quedaba el peligro de una posible rotura; así que el destino ya estaba escrito.

Se casó con el tío José "El Retratista" (como le conocían sus vecinos, según informa Efe), nacieron sus cinco hijos y vivieron hasta que cumplió los 53 años y llegó la citada orden de desalojo del pueblo; por lo que la familia tuvo que rehacer su vida en otro lugar.

Silveria y su marido pasaron un año en Rosalejo, el municipio de colonización en el que se asentaron el 80 % de los vecinos de Talaverilla, pero luego acabó emigrando a Francia con sus hijos, adonde se marcharon para trabajar.

Silveria es testigo directo del siglo XX, de un pueblo fantasma, de casi un cuarto del siglo XXI y ahora luce la vitola la abuela de todos los extremeños

Fiesta de cumpleaños

Ayer cumplió 112 años rodeada de familiares y amigos. Hasta las instalaciones de la residencia verata de El Prado se desplazaron el consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles; el director gerente del SEPAD, José Vicente Granado, y el alcalde de Villanueva de la Vera, Antonio Caperote.

Ella siempre se ha dedicado a su familia y a su hogar, "le encantaba cocinar, hacer punto, ganchillo, no podía estar parada en casa, ha sido y es una mujer muy activa", apuntaba durante el festejo a Efe su hija, Julia Arroyo Martín, que ha afirmado visiblemente emocionada que su madre "ni tiene colesterol, ni azúcar, ni mal la tensión", vamos que está estupenda".