Drama en La Campiña

El hotel de Valencia de Alcántara preso de las llamas por un delincuente: esta es su historia

Silvestre Navais e Isabel María Coello son los dueños de un negocio que abrió en 1978

Silvestre y María Isabel posaban en el Ibérica, de Valencia de Alcántara en 2021.

Silvestre y María Isabel posaban en el Ibérica, de Valencia de Alcántara en 2021. / Alberto Manzano Cortés

Miguel Ángel Muñoz Rubio

Miguel Ángel Muñoz Rubio

El Hotel Ibérica es, sin duda, un referente de la localidad cacereña de Valencia de Alcántara. Situado en el número 14 del paseo paseo de San Francisco, Silvestre Navais es el dueño del negocio que abrió su padre, Juan, en 1978. Antes su familia regentaba el bar La Avenida. El edificio actual ha sufrido diferentes transformaciones, compraron primero una parte y abrieron el mesón, con el tiempo adquirieron otro punto de la casa. Realizaron cuatro obras (en 1990 se finalizó la construcción).

Su mujer, Isabel María Coello, natural de Portalegre llegó hasta el pueblo valentino y entró a ejercer el bello arte de cocinera. «Pegué un braguetazo -comentaba bromeando a carcajadas en una entrevista con este diario en 2021-. Empecé a trabajar con mi futura suegra y a él lo vi un muchacho muy apañado». Se casaron y tienen dos hijos. Entre sus platos destaca el bacalao, entre sus clientas, la cantante Soraya Arnelas.

El hotel dispone de 42 habitaciones y el pasado 2 de abril fue víctima de un terrible suceso. En torno a las a las siete de la mañana la patrulla de servicio observaba un gran número de personas congregadas en las inmediaciones del establecimiento, donde se percataron de que en el mismo se estaba produciendo un incendio y que había personas en su interior.

Tras el aviso a los bomberos y otros equipos de emergencias, los agentes accedieron al hotel, observando gran cantidad de humo en los pasillos y varias personas que se encontraban en ellos, las cuales fueron evacuadas e instadas las demás a quedarse en sus habitaciones con las puertas cerradas y con toallas húmedas que sellaran las puertas, comprobando después con el establecimiento el número de personas que se hallaban dentro y en qué habitaciones, para informar de todo ello a los servicios de extinción.

La actuación de los agentes, junto a la de los bomberos de la localidad, permitió el control y la rápida extinción del incendio sin que hubiera que lamentar daños en las personas,facilitando, además, a los agentes información sobre la concreta habitación en la cual se había originado, y la localización en ella de determinados objetos y sustancias que pudieran estar relacionados con el tráfico de drogas.

Una vez se pudo acceder al hotel con seguridad, los agentes comprobaron la existencia de mencionadas sustancias, procediendo al precinto de la habitación y a la comunicación de los hechos a la autoridad judicial, quien extendió un mandamiento para proceder a la entrada y registro en la misma.

Registro en la habitación

Tras el registro practicado, fueron halladas distintas cantidades de droga, dinero y otros efectos relacionados con la supuesta distribución y venta de la misma, entre ellas 1.920 dosis de cocaína, algo más de 1.000 euros en billetes, distintos efectos utilizados, supuestamente, para la distribución y venta de la droga, como un gran número de pequeñas bolsitas y alambre forrado de plástico, generalmente utilizado para el cierre de estas.

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