MasterChef

Cáceres iluminada

MasterChef en Cáceres

MasterChef en Cáceres / EL PERIÓDICO

Eusebio Rodríguez Rodríguez

El 30 de noviembre fue en Cáceres un día de lluvia generosa que sigue siendo beneficiosa para que el agua corra por nuestros regatos hacia los ríos y éstos llenen nuestros pantanos de esa agua tan necesaria. La noche continuó con lluvia, pero, sin embargo, fue una noche luminosa de estrellas. Habían llegado a la ciudad 27 rutilantes y luminosas estrellas de la gastronomía nacional portadas por 9 famosos cocineros con tres estrellas Michelin cada uno. Cocineros famosos de toda España, entre ellos Toño, cocinero y dueño de Atrio, junto a Jose, ambos de por sí dan brillo a nuestra ciudad, dándola a conocer a todo el mundo junto con las delicias de nuestros productos de calidad de nuestra tierra.

Todas estas emociones me las estaba proporcionando el concurso de televisión MasterChef, que celebraba en nuestra ciudad, la final del concurso del año en curso y, por tanto, la elección del ganador del mismo-

Participaban en la final, una colombiana, Laura Lendoño y un sevillano, el caballista Astasi, que habían ganado la selección, en la prueba celebrada en el restaurante Atrio, preparando la cena para estos famosos cocineros y programada por Toño, quien me sorprendió pues eligió para la cena platos especialmente con productos del mar, a base de bogavante y gambas blancas, que fueron muy del gusto de los comensales.

A pesar de la lluvia yo veía en el salón de mi casa nuestra ciudad monumental luminosa y mágica, pues la tele de vez en cuando nos presentaba imágenes aéreas, con sus calles estrechas y sus torres y edificios luciendo todo su esplendor, recreándose en la torre de Sande, con sus fachadas cubiertas por la hiedra, luciendo todo empaque y señorío. Probablemente esas imágenes eran de la primavera o verano anterior a este otoño que estamos viviendo.

El menú de la final siempre es elegido por los finalistas del concurso y en verdad que presentaron dos magníficas opciones, cada uno de ellos tirando para platos de su tierra. Ganó la colombiana Laura Lendoño que reflejó en sus platos el colorido y sabor de un país tan bonito y querido como Colombia. 

Lo basó en su ciudad natal Medellín y en el río Arco Iris. En el primer plato quiso representar la primavera de su ciudad, condensada en un plato de ensalada de flores comestibles de un colorido y belleza, que por si solo decía comedme.

Se recreó en el postre presentando un medallón precolombino a base de cacao y café, que hizo las delicias del jurado al catarlo, no solo en los comentarios, pues su expresión ya manifestaba la sorpresa que estaban catando. Creo que fue justa triunfadora.

Para Cáceres fue una noche luminosa, pues estoy convencido que nuestra ciudad Patrimonio de la Humanidad cada día es más conocida en todo el mundo y cada día es mas deseada una visita a la misma.

El primer día de diciembre amaneció con un sol espléndido, que me invita a visitarla de nuevo buscando mi rincón favorito, la plaza de San Mateo, donde se desarrolló parte del programa de la noche del jueves, pues este sol radiante reflejándose en las piedras del suelo y en las fachadas de los edificios le da una luminosidad brillante a sus calles que parece otra. Así fue como la nombró Juan Manuel de Prada en el articulo que escribió sobre ella que le hizo merecedor del premio Mercedes Calle, «La ciudad de las luces».