Laurie y Ferrera, los mejores de la pequeña pantalla

En la pequeña pantalla, el doctor House es arisco y Betty es fea. El lunes, en cambio, Hugh Laurie y America Ferrera, los dos actores que dan vida a ambos personajes, fueron dos de las estrellas más brillantes y celebradas en la ceremonia de los Globos de Oro. Ganaron el premio a mejor actor de serie dramática y mejor actriz de comedia y sus discursos llevaron a los asistentes a las risas y las lágrimas.

Laurie provocó carcajadas cuando al dar las gracias a todo el equipo técnico dijo: "Ya sé que todo el mundo dice que su equipo es maravilloso pero alguien, en algún sitio, debe de estar trabajando con una panda de borrachos ladrones". No provocó menos risas cuando bromeó diciendo que había llegado sin intervención preparada y, en una fiesta en la que los medios prestan tanta atención y dan tanta publicidad gratuita a los diseñadores de los trajes y a Moët & Chandon como a la producción audiovisual, propuso que casas como Dolce & Gabanna promocionen los discursos de los ganadores.

LAGRIMAS DE BENING Con las palabras de America Ferrera lo que hubo fue emoción. La joven actriz habló de chicas jóvenes que se le acercan y le dicen que su papel en la tele les ha ha dado fuerza y confianza en sí mismas y les ha hecho sentir que tienen más que ofrecer de lo que pensaban.

La versión estadounidense de Betty la fea dio la campanada al coronarse como mejor serie de comedia. En la categoría de serie dramática, el triunfo fue para Anatomía de Grey . Y, salvo los premios de actor de comedia --para Alec Baldwin por 30 rock-- y actriz de drama --Kira Sedgwick por The closer --, el resto de galardones tuvieron acento británico. Jeremy Irons recogió el de mejor actor de reparto por Isabel I , una producción que ganó también en el apartado de miniseries y tv-movies y dio uno de sus dos premios a Helen Mirren.