"Recuerdo los escabeches caseros de mi abuela materna"

Javier Guijarro Ceballos (Madrid, 1968) es profesor de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Facultad de Filosofía y Letras de Cáceres. Se formó en la Universidad de Salamanca, donde estudió Filología Hispánica, y desde el 2000 imparte clases en la Universidad de Extremadura. Su tesis doctoral está basada en la edición y estudio del libro de caballerías de Alvaro de Castro Libro segundo de don Clarián de Landanís (1522). Acaba de publicar en la Editora Regional de Extremadura Melancolía del hielo. Textos e imágenes sobre la Antártida .

--¿Cuál es su rincón favorito de Extremadura?--Un recóndito banco, bajo un frondoso Arbol de Judas, junto a un monumento en homenaje a Luis Chamizo que visualiza en relieve un pasaje del poema La nacencia . Estaba en los jardines de San Roque en Badajoz; y allí me fumé las clases de COU en el Bárbara de Braganza y se me esfumaron los dieciocho años (no sé qué fue del banco, del árbol, del monumento, ni siquiera qué fue del fumador...).

La nacencia

--¿Qué plato de la gastronomía extremeña prefiere?--Recuerdo con nostalgia los escabeches caseros de mi abuela materna, un sabor rudo y fresco, tan picante como pícara era ella. Seguro que serían hoy exquisitas recetas tradicionales de Extremadura, cuando antaño fueron, las comidas de la abuela.

--¿Qué no debería perderse alguien que visite Extremadura?--Un crepúsculo desde la autovía Ruta de la Plata, sobre las extensas dehesas cercanas al Cruce de las Herrerías: sublimes, presagian un mundo nuevo, o el Apocalipsis del viejo. Cuando regreso al trabajo al día siguiente, descubro (¿con alivio?) que todo sigue en su sitio.

--¿Algún lugar de la región le ha marcado especialmente?--Pequeños hoteles o casas rurales de La Parra, Olivenza, Guijo de Santa Bárbara y los que pueda disfrutar en lo venidero con mi mujer, padres y suegros mediante (pues ejercen a tiempo completo de abuelos los dos días en que somos provisionalmente padres sin hijos): son hermosos lugares, inolvidables momentos, por mi mujer, para nosotros.

--¿Qué tipo de actividades para disfrutar del entorno y la naturaleza realiza en su tiempo libre y de ocio?--Desde hace un año, me ha rebrotado la pulsión infantil de empaparme de tierra y agua: preparo y cuido un pequeño huerto, aunque el único fruto obtenido hasta ahora ha sido un primaveral moreno que, el curso académico pasado, levantó entre colegas y alumnos ciertas sospechas sobre mi dedicación docente e investigadora.

--¿A qué cita cultural de la región invitaría a un amigo?--Dependiendo del amigo y de mi estado de ánimo, optaría entre las calles de Badajoz durante los Carnavales (¡pero en las calles!, lejos del Carnaval institucionalizado) y un paseo medieval por Cáceres o imperial por Mérida (las ruinas contrapesan la exultación del invitado, y la mía, en Carnavales).

--¿Cuáles son, a su juicio, los principales atractivos de Extremadura?--Quizás los mismos atractivos que, paradójicamente, se explican en cierto modo por su ostracismo secular: sus paisajes agrestes, su naturaleza casi virginal, su reciedumbre de otros tiempos.