Lolita encabeza una rebelión divertida y optimista en 'La asamblea de las mujeres'

La asamblea de las mujeres' se estrenó ayer en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, en el Teatro Romano, bajo la dirección del conocido actor Juan Echanove. La obra de Aristófanes, versionada por Bernardo Sánchez, comienza con Praxágora, Althea, Clytia y Lavinia, cuatro mujeres vestidas de hombres que pretenden entrar en la asamblea para convencer al resto de los asambleístas de que deben darse un respiro y las mujeres deben sustituirlas, alegando que "¿quiénes mejor que ellas pueden cuidar de la ciudad, si son ellas las que cuidan los hogares?"

Una vez logrado este objetivo, implantan un nuevo sistema político caracterizado por un programa social protocomunista y anticapitalista, puesto que, como explica Praxágora "en esta nueva Atenas no se puede ni comprar, ni vender ni gastar". Este programa aprobado por las nuevas asambleístas cuenta con un Plan de Igualdad de Oportunidades (o de libre fornicio), en el que todos son para todas y todas para todos, en el sentido más carnal, pero con una condición: para poder copular con una joven, antes se tendrá que copular con una mujer mayor; e igual para ellos; dando lugar a varias escenas de farsa y comedia.

El montaje pone en escena un vestuario pintoresco compuesto por una miscelánea de culturas --diseñado por Ana Garay y Rafael Garrigós-- y que juega acorde con la música original de Javier Rubial, mezclando los estilos flamenco, sefardí y magrebí. Como insistió el director en la presentación de la obra, se consiguió una escenografía sencilla, sin mucho elemento técnico, que no le quita el protagonismo a la interpretación de los personajes.

El elenco está formado por Lolita Flores, quien protagoniza la obra haciendo de la vital y luchadora Praxágora; María Galiana, que sorprende en un papel innovador para su carrera; Pastora Vega, que junto a María y a Concha Delgado hace de una se las asambleístas que se visten de hombre para arrancarle el poder a este género, para después meterse las tres en el papel de unas prostitutas que rivalizarán por los clientes más jóvenes. En José Mari Sánchez recae el papel de Blípero cuyo procurador, Cremes, es representado por un muy gallego Sergio Pazo. Asimismo, también cuenta con las actuaciones de Santiago Crespo, que hace el papel de un joven dramaturgo Sófocles, de Bart Santana, un ético e ingenuo ciudadano, y de Luis Fernando Alvés caracterizado de ruso.

No es una obra aleccionadora o dogmática, pero sí que se ve en ella sutiles críticas como la que hace Blípero, marido de Praxágora, interpretado por Pedro Mari Sánchez: "Vivienda, vivienda, eso es lo que nos ha llevado a la catástrofe". Varias reflexiones como estas quieren transmitir que por muchas nuevas medidas que imponga el nuevo gobierno no habrá real cambio si los que dominan el mercado no están dispuesto a acatarlas.