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ANIVERSARIO DE UN CLÁSICO INMORTAL DEL CINE DE HUMOR

Carcajadas de altos vuelos

La película ‘Aterriza como puedas’ cumplió el jueves 40 años convertida en indiscutible referente de la comedia más afilada e hilarante H El filme de David Zucker está repleto de ‘gags’ imperecederos

Carcajadas de altos vuelos

Si Aterriza como puedas (1980) no hubiera existido, tampoco lo habrían hecho Epic movie (2007), ni Casi 300 (2008), ni Híncame el diente (2010), ni el resto de infames títulos dirigidos por Jason Friedberg y Aaron Seltzer que han pisoteado la reputación de la spoof movie --películas basadas en la parodia de otras películas-- y han hecho del mundo del cine un lugar menos agradable. De forma indirecta, pues, aquella obra seminal ha hecho tanto daño que, solo por eso, deberíamos odiarla de no ser porque, sencillamente, eso es imposible; sigue siendo tan afilada e hilarante como cuando celebró su estreno mundial, el jueves 2 hace justo cuatro décadas. Y, a decir verdad, su influencia no ha sido solo perniciosa. Su anárquico slapstick y su manejo burlón de la cultura pop pueden encontrarse en Los Simpson y en Padre de familia, en Austin Powers y en Saturday night live, en la filmografía de autores como los hermanos Farrelly y en todo el trabajo de animación de estudios como DreamWorks y, por supuesto, en la saga cómica avalada por la marca ZAZ.

Es cierto que David Zucker, Jim Abrahams y Jerry Zucker -en corto, ZAZ- no fueron los primeros valedores de la spoof movie y, de hecho, al ver la luz Aterriza como puedas fue comparada con películas previas de Mel Brooks como Sillas de montar calientes (1974) y El jovencito Frankenstein (1974). Pero su velocidad y densidad cómicas eran nuevas. Sentarse frente a ella era -y es- como ser acribillado por una máquina lanzapelotas; antes de haber acabado de reírte de uno de sus gags, ya se te han servido, como mínimo otros doce.

Por entonces, ni los Zucker ni Abrahams sabían desarrollar historias, ni construir estructuras narrativas, ni escribir diálogos. Por eso, a la hora de hacer Aterriza como puedas tomaron prestada buena parte de todo eso de Suspense... hora cero (1957), sobre un exsoldado obligado a tomar los mandos de un vuelo comercial cuyos pilotos han sufrido una intoxicación alimentaria, y le aplicaron su implacable rodillo cómico. Y para ello contaron con un reparto en el que abundaban los actores veteranos de rostro impertérrito Peter Graves, Lloyd Bridges, Robert Stack-, que durante la película pronuncian con total seriedad frases hoy míticas como «¿te gustan las películas de gladiadores?» o «elegí un mal día para dejar de esnifar pegamento». Entre ellos estaba Leslie Nielsen, hasta entonces conocido sobre todo por su trabajo en el clásico de ciencia ficción Planeta prohibido (1956) y que no tardó en erigirse en la imagen misma de la spoof movie.

88 grandes minutos

A lo largo de sus 88 minutos, Aterriza como puedas incluye rápidos golpes visuales, juegos de palabras, running gags, momentos de surrealismo, guiños a la metaficción (incluyendo el que ofrece el célebre baloncestista Kareem Abdul-Jabbar en la piel del copiloto, empeñado en negar que es Kareem Abdul-Jabbar) y referencias a jalones culturales previos, como esa escena en la que Ted Striker (Robert Hays) empieza parodiando a John Travolta en Fiebre del sábado noche y acaba haciendo juegos malabares mientras ejecuta una danza rusa. Dadas la variedad y la eficacia de sus recursos cómicos, es normal que la película se convirtiera en un fenómeno. Y es normal que sus directores quisieran seguir dando uso al método que acababan de descubrir.

No volvieron a hacerlo con la misma habilidad. Sufrieron dos tropiezos profesionales consecutivos con Police squad! (1982), parodia de las series policiales cancelada después de seis episodios, y Top secret! (1984), mezcla de los clichés de las películas de Elvis Presley y los del cine sobre los nazis que fracasó inmerecidamente en taquilla. Su siguiente spoof, Agárralo como puedas (1988) -relectura de la premisa de Police squad!-, sí fue un éxito comercial rotundo pero, pese a estar trufada de momentos de humor estelares, no era lo mismo; a diferencia de Aterriza como puedas, que en ningún momento perdía de vista la historia, su único interés era suministrar la mayor cantidad de chistes posible. Es el mismo error en el que cayeron no solo sus secuelas sino también las parodias dirigidas individualmente por los miembros del trío: el díptico Hot shots! en el caso de Abrahams, y la tercera y cuarta entregas de la penosa saga Scary movie en el de David Zucker.

A partir de entonces, el género avanzó instalado en el declive, primero a bordo de una retahíla de títulos protagonizados por Nielsen y luego de la infame producción a dúo de los citados Friedberg y Seltzer. La mala noticia para sus amantes es que no parece probable que vuelva a levantar cabeza; la buena es que su mejor exponente, la comedia spoof a la que casi todas las demás trataron de parecerse, sigue tan viva como el primer día. H

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