Tras Progenie y Especie, Susana Martín Gijón (Sevilla, 1981) enfrenta en Planeta al grupo de Homicidios de Sevilla a espeluznantes asesinatos, cuya compleja investigación se enrevesa con catástrofes naturales, sociales, familiares y personales. Una urdimbre que no deja indiferente y que cuestiona al lector como ser humano.

En el final de Especie ya se vislumbra que el caso de los animalistas no había acabado y Planeta arranca con un asesinato en medio de un campo de golf, pero, según evoluciona la novela, la temática se desborda hacia el fanatismo; y a la escenificación de las muertes se une más crueldad y más saña

Progenie y Especie son novelas autoconclusivas, con temas muy concretos. Tenemos al grupo de Homicidios con Camino Vargas y su equipo; los mismos personajes, pero con unas temáticas muy diferenciadas. En Progenie, los modelos de familias, las maternidades, las no maternidades y las clínicas de reproducción asistida; y en Especie, también la denuncia social, pero focalizándola en el trato que le damos a los animales. Progenie quedaba cerrada y en Especie sí hay un cabo abierto, que habla de una continuación de sus tramas que es con lo que iniciamos Planeta. Partimos de la posibilidad de que el animalista siga vivo y cometiendo asesinatos, pero nos vamos a encontrar con una realidad diferente, que es el trato que le estamos dado a nuestro entorno, a nuestro planeta. A partir de ahí, nos encontramos con un abanico de pensamientos y realidades, desde los negacionistas hasta los que están manifestándose y abogando por un cambio más justo porque, que sobrevivamos como especie dentro de este planeta, no lo vamos a conseguir con las condiciones actuales, hacia dónde vamos con el cambio climático. No tanto el planeta, que seguirá, pero no con nosotros aquí.

«El final es fuerte. Está a la altura de la novela. Espero el ‘feedback’ de los lectores»

Aunque una trama vertebra la novela, el argumento se salpica de temas de actualidad como las redes sociales, las adicciones, los desfavorecidos, el fanatismo, el cambio climático … ¿Introduce esos temas a modo de denuncia y de reflexión?

Hago denuncia social de los problemas de nuestro tiempo. En este caso he puesto el foco en el cambio climático, en la ecología, en el trato que damos al planeta, pero una de las situaciones que más caracteriza a nuestro tiempo, sin duda, son las pantallas, la redes sociales, internet… Es que lo tenemos desde que nos levantamos hasta que nos acostamos y nos condiciona muchísimo. No podía dejar de lado este tema en una novela ambientada en el momento actual y que trata la realidad de nuestro tiempo. Creo que casi lo que he plasmado es lo que hay a día de hoy. Me preocupa la rapidez con la saltamos de un sitio a otro, la falta de concentración y la falsa imagen que se da. Son temas para reflexionar y ahí está como parte de la historia.

Camino Vargas y su equipo siempre van al límite y a contrarreloj. En Planeta parece que ese borde es casi el abismo, el precipicio. Hasta la intensa lluvia contribuye a crear una atmósfera asfixiante y desbocada. ¿Pretende con ello estimular tanto a los personajes como a los lectores?

Hay que ir a más. Hay que ir subiendo un poquito. De Progenia a Especie quise ser un poquito más drástica, también el tema lo propiciaba. Aquí vamos subiendo de nivel. Las olas de calor extremaban la situación y ponía a los personajes al límite; en Planeta con la lluvia torrencial y todo lo que está pasando en Sevilla pone más al límite a los protagonistas. En general, trato de ir a más en cada novela. Si he conseguido esa sensación de mayor vértigo, de thriller más ágil, pues mucho mejor. Yo, feliz.

«Si Camilla Läckberg sitúa su obra en un pueblito nórdico, por qué no Extremadura»

En esta nueva entrega también se percibe una evolución de los personajes mostrando sus debilidades, sus sensibilidades y su afectividad

Sí, es verdad. Al ser una saga y la tercera entrega, me da más posibilidad, sin perder el ritmo de thriller, de indagar un poquito más en la psicología de los personajes y de las relaciones y en su propia evolución. Entonces aquí vamos a tener más oportunidad de ver la relación entre Paco y Camino, meternos mucho más en la vida y los problemas actuales de Paco o en la vida de Fito, por ejemplo. Vamos a ver mucho más a su familia, las dificultades que tiene y nuevos problemas que llegan a ponerse por delante haciendo con ello que todo llegue más al límite y dificulte más aún seguir esa trama.

¿Por qué ha creado un personaje tan singular, peculiar y tan ajeno al prototipo del superpolicía? Camino es pura tensión, inquieta, pero, curiosamente, juega al ajedrez, se trasforma en Gladys cuando baila salsa y elige como mascotas a unas hormigas. La jefa de Homicidios de Sevilla va mudando caso a caso

Yo quería un personaje disfrutón, un personaje que no estuviera traumado y evitar el arquetipo y el cliché del protagonista de este género por eso creé este personaje tan diferente. Sí que es cierto que vemos una evolución. En la primera de las novelas, era muy poco empática y poquito a poco va aprendiendo a ponerse en el lugar del otro; no demasiado pero evoluciona y también va quedando tocada de los casos anteriores sobre todo de Especie. Si bien no es el policía traumado, amargado que ya conocemos, sí es cierto que hay algo que le ha afectado mucho del caso anterior que le va a condicionar en este nuevo.

«Yo buceo en los temas que me preocupan para situárselos al lector de frente»

Tramas cruzadas y trepidantes, giros de guion, personajes convulsos, controvertido…. un amalgama que conforma una novela adictiva, reivindicativa y que lleva a cuestionarse al lector sobre su responsabilidad con el planeta. ¿Es uno de sus objetivos?

Poner al límite a los lectores, que no suelten el libro. A mí me gustan las lecturas adictivas en el sentido de coger un libro y no querer soltarlo. De ahí los capítulos cortos, los finales en alto, pero me gusta también que cuando acaben el libro, no se les olvide, sino que les quede un poso. Esa denuncia o ese reflejo de la situación social que vivimos. A veces nos cuentan las cosas de una determinada manera para que no cambien. Yo buceo en los temas que me preocupan para situárselos al lector de frente. Luego cada cual tendrá oportunidad de reflexionar. Yo he hecho el trabajo de documentación previo para dejarlo a la vista, y si quiere reflexionará sobre ello y tomará su propia decisión o actitudes ante la vida y ante esos temas. Pero mi labor es, en ese sentido, mostrar. De todas formas, a mí me encanta que me digan que no han podido parar de leer el libro, que les ha enganchado. Habrá quien lo lea más rápido porque tiene más tiempo, otros aprovecharán el tiempo que tengan o lo querrán descifrar más. Es decisión de cada uno. A mí me gusta, pero a veces pienso (risas), tarda un poco más, que se tarda mucho en escribirlo. 

El final de Planeta resulta extraordinario y tremendo, ¿no teme que los lectores se enfaden con usted?

Sí, un poco. Cuento con ello. Sin embargo, quiero que sean los lectores quienes lo digan y tengo ganas. Sé lo que me juego; sé que se van a enfadar. El final es fuerte. Está a la altura del resto de la novela. Estoy esperando ese feedback de los lectores de la novela en general y también de ese final, y conocer la sensación que queda después de haber cerrado el libro.

«Una de mis motivaciones para escribir novela negra era hacerlo en Extremadura»

Un detalle de la novela es que el presidente del Gobierno es una mujer. ¿Se trata de una reivindicación?

A mí me parece natural y me gusta dar vuelta este tipo de situaciones. Siempre que nos vienen a la cabeza estos puestos de responsabilidad vemos a un hombre que tiene una secretaria; pues a mí me gusta darle la vuelta y que sea una mujer que tiene un secretario. Sobre todo te hace pensar y te llama la atención. Ya es hora de que se vea con naturalidad. Yo creo que en España y en otros países está superado. ¡Qué más da! Pero no tiene nada que ver con la ideología ni lo que pueda pasar en España. En este universo paralelo en el que hay crímenes en Sevilla, pues presidente o presidenta, qué más da.

Sus anteriores novelas se desarrollaban en Extremadura y fue una forma de visualizar la región, ¿Extremadura tiene futuro como protagonista de una novela negra?

Sí tiene futuro. Para mí fue mi primera apuesta. Era una de mis primeras motivaciones para escribir novela policiaca hacerlo en Extremadura, situarla en el mapa y, por otro lado, la denuncia social; además de reivindicar la Extremadura actual. Creé la saga de Annika Kaunda. Ya existen escritores extremeños de novela negra, que participaron este verano en el festival Gata Negra. Creo que sí es un buen terreno, ¿por qué no? Si Camilla Läckberg lo hace en su pueblito nórdico, por qué no lo vamos a hacer aquí; si, al final, se trata de hacer una trama adictiva, un thriller y como excusa para mostrar la realidad. Yo sí defenderé Extremadura. Es verdad que ahora con Camino estoy en Sevilla, pero Annika tiene una segunda vida muy bonita. Gracias a Camino y a Alfaguara los lectores están descubriendo a Annika y, a través de Annika, a Extremadura.

¿Qué tiene Camino Vargas de Annika Kaunda?

Nada, completamente nada. De hecho, una de las razones por las que creé a Camino, aparte de que Annika y yo llevamos muchos años y necesitamos un descanso, era que precisaba un personaje totalmente diferente. Annika, en la última novela, estaba embarazada y en Progenie nos encontramos con una mujer contraria a la maternidad. En fin, para todo Camino Vargas es el extremo de Annika Kaunda.

¿Qué siente cuando los críticos le equiparan con autores de novela negra como Camillieri, Márkasis, Eugenio Fuentes o Vázquez Montalbán?

Es un halago y agradecimiento que te sitúen en el mismo lugar que escritores que has leído y admiras. Creo que da fuerza, sobre todo porque soy muy perfeccionista, y motivación para seguir haciéndolo lo mejor posible.

Progenie se convertirá en una serie en la que trabaja actualmente, ¿ya le pone cara a sus personajes? ¿Perderán matices?

En tu cabeza los personajes funcionan de una forma, pero es muy emocionante descubrir quién puede ser Camino, quién Fito,…, dentro del panorama de actrices y actores españoles. Está siendo muy chulo. Ahora estamos en la fase en la que ya tenemos productora, directora, equipo de guion, del que formo parte. Serán ocho capítulos, pero queda un camino largo, aunque espero que podamos verla en la pantalla en un tiempo mínimo.

Escritora con sentido de la responsabilidad

Susana Martín Gijón inició su andadura en la novela negra con Annika Kaunda, una agente de origen namibio afincada en Extremadura, que protagonizó la serie policiaca Más que cuerpos. La escritora ha compaginado la literatura con cargos de responsabilidad: directora general del Instituto de la Juventud de Extremadura durante cuatro años y presidenta del Comité contra el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia. Ha coordinado el Área de Defensa de Derechos en Autismo España y sigue ejerciendo como experta jurídica vinculada a las políticas sociales. 

En 2019 fue elegida presidenta de la Asociación de Escritores Extremeños.