El Periódico Extremadura

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El ‘Parsifal’ de Wagner, Cervantes y Shakespeare

El ‘Parsifal’ de Wagner, Cervantes y Shakespeare MIGUEL ÁNGEL MOLINA

Pablo Heras-Casado lleva la partitura del ‘Parsifal’ a cuestas desde hace un año: desde que le dijeron que iba a ser el segundo español, tras Plácido Domingo, en participar en el Festival de Bayreuth, que el propio Richard Wagner auspició y que tuvo la exclusiva de la ópera durante décadas. La primera vez que lo dirige sucede en Extremadura: luego irá a Milán y Baden-Baden, pero lo que ocurre en la región estos días es histórico. Amfortas con su herida incurable, guardián del Santo Grial que usó Cristo en la Última Cena. El bálsamo que le lleva Kundry (»Yo nunca ayudo»), con todas sus personalidades y sus maldiciones. El lascivo Klingsor, que se castra a sí mismo y estudia las artes oscuras. El Grial en una mano y la lanza que atravesó a Jesús crucificado en la otra. Percival, Perceval, Parsifal. El rey Arturo. La mesa redonda. El castillo. La redención. Sobre todo, la redención. Qué preciosad es ‘Parsifal’ y sí, qué complejo es Wagner, dicen quienes entienden, pero tú escuchas el preludio, los violines bajitos, y luego todos los metales (la Orquesta de Extremadura se ha ampliado: habrá más de ochenta músicos en el escenario), las campanas, las voces, la narración... y te sientes alegre de estar viva, de que este señor muriera antes que tú y de que haya una estructura llena de orquestas y músicos y discográficas y puedas elegir si la versión de Karajan con la Filarmónica de Berlín o la de Thielemann o la de Hans Knappertsbusch o la de Levine, en la que además canta Simon Estes (y siempre recuerdo a los esclavos cuando escucho a Simon Estes, porque lo primero que le oí fueron espirituales negros). 

Si dentro de cien años (a no ser que nos carguemos el planeta antes) nace un nuevo Beethoven, yo no lo veré. Pero ahora vivo en el mismo tiempo en que componen Philip Glass y Jesús Rueda y en el que los músicos del Cuarteto Tana llegan a Badajoz (mañana sábado, a las ocho, en el MEIAC) para estrenar algunas de sus obras. La de Glass se basa en la que él mismo compuso para la versión de ‘El rey Lear’ que hizo Sam Gold en Broadway. Jesús Rueda se ha inspirado en Cervantes, en ‘Las semanas del jardín’, que ha quedado como un título mítico: Rafael Sánchez Ferlosio y Juan Goytisolo le han robado el título (a veces robar es un hermoso homenaje) en un ensayo uno y el otro en una novela. Rueda me dice: «He crecido escuchando a Philip Glass» y yo le respondo: «Y todos, aunque no conozcan el nombre del compositor, porque ha compuesto multitud de bandas sonoras. La de ‘Las horas’, por ejemplo. O ‘Diario de un escándalo’. O ‘Mishima’ (qué belleza de partitura). O sus colaboraciones con David Bowie. Es una leyenda, sigue componiendo y que el Cuarteto Tana, prestigiosísimo, uno de los mejores del mundo, llegue a Badajoz para estrenar una de sus obras es también una enorme noticia. 

Ha sido una semana bonita. Ha nacido la Unión de Actores y Actrices Profesionales de Extremadura, UAPEX: nuestra región es la única que no contaba con una asociación de estas características, que va a servir para luchar contra la precariedad en el sector (que es mucha): más de un tercio de los actores de todo el país viven en situación de pobreza y, si miramos con nuestros imprescindibles sesgos de género, ya sabemos que las mujeres son las que se llevan la peor parte. Ellos trabajan más y durante más tiempo. La carrera de un actor, a los 40, está en su mejor momento. La de las mujeres en el peor, porque las mujeres del mundo hemos de tener las carnes prietas y ninguna arruga, aunque las emparejen con señores de 78. 

Quieren realizar una base de datos de actores y actrices extremeños, para dar voz a las nuevas generaciones también; realizar cursos de formación y que se oiga su voz en los organismos donde se deciden las políticas culturales de la región: no solo con la Consejeria de Cultura, sino con los Ayuntamientos que participan en la red de teatros. Pero lo más importante es regularizar las condiciones contractuales de un sector que vive en la precariedad y que tiene que encadenar trabajos (dando cursos, por ejemplo: el presidente de UAPEX, Pedro Montero, es mi profesor en Mérida y sigo diciendo que una de las mejores cosas que he hecho en esta vida, además de ponerme a levantar pesas, es apuntarme a teatro) porque muchas veces no te dan de alta en los ensayos y luego no puedes pedir el paro. Por no hablar de las dificultades monetarias que supone actuar tres días al mes a razón de 150 euros la actuación, tirando por lo alto. 

En otros países tienen mucho más prestigio (y eso se nota en las políticas culturales y en el reconocimiento que tiene su labor entre la profesión): piensen en Inglaterra o Francia, con sus Royal Shakespeare Company y su Comédie Française. Aquí son ‘esos subvencionados’ gracias a los cuales nos llegan obras de Chéjov y Butterworth, Eurípides, María Zambrano, Séneca o dramaturgos mexicanos (y extremeños) contemporáneos. Gracias, señoras y señores. Muchas gracias y larga vida a UAPEX. Sois muy necesarios y es un orgullo veros actuar.

la perla

Les ha pasado de todo, a ellos. Lo último, que les robaron el camión con toda la escenografía: nos lo contó Emilio del Valle cuando fuimos a ver ‘J’attendrai’ (magnífica: estará en marzo en Cáceres). Imaginen la papeleta. ‘Los secuestradores del lago Chiemsee’ es una de las sensaciones de la temporada teatral: es de Alberto Iglesias, la dirige Mario Gas y en el escenario podrán ver a Manuel Galiana, Vicky Peña, Gloria Muñoz, Juan Calot, Helio Pedregal y el propio Iglesias, al que pudimos ver en el Festival de Mérida con Hipatia recientemente. Una noticia, de 2010, sobre un juicio a cuatro jubilados alemanes por secuestrar a su asesor fiscal le sirvió a Alberto Iglesias de punto de partida. La pueden ver esta tarde, a las ocho y media, en el Teatro Alkázar. Teatro desnudo, del todo.

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