Celdrán lamenta que el Badajoz esté en venta

El alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, lamentó ayer la decisión que el consejo del Badajoz tomó en la tarde de ayer de poner a la venta este club, aunque aseguró que "era una muerte anunciada, porque vamos de mal en peor".

En su opinión, la situación a la que se ha llegado "se veía venir" ante la crisis que atraviesa el mundo del fútbol actualmente ya que, según explicó, muchos de los responsables que entran no lo hacen porque sean aficionados "sino por otras muchas cosas, y por eso, los responsables políticos tenemos que tener el ojo muy abierto a ver quién viene y qué es lo que quiere", manifestó.

Celdrán señaló, en ese sentido, que el actual máximo accionista de la entidad, Antonio Barradas, "no es hombre de fútbol" que conozca el sector e indicó que el motivo por el que compró el equipo fue porque "se lo ofrecieron de una manera preciosa y le pintaron todo de color de rosa", explicó el alcalde, quien añadió que lo que ocurre es que Barradas invirtió su dinero en el equipo "y ha pensado que después de 40 años va a dejar a deberlo".

Así, mostró su confianza en que se solucione el problema y se encuentre a un comprador, y en este sentido recordó que ahora es el momento propicio porque si no se vende, el equipo no jugará en Segunda B sino en Regional, "lo cual sería muy lamentable, pero tampoco se acaba aquí el mundo", apuntó el alcalde, que explicó que otros equipos como el Burgos, el Málaga o el Murcia ya han pasado por ello. Según indicó, la Ley de Sociedades Anónimas "se ha cargado muchísimos clubs" porque ha provocado que el acceda al fútbol no lo haga por aficionados, lo cual es un problema, que va unido al hecho de que "en Badajoz no hay afición, sólo hay espectadores que quieren espectáculo", dijo.