Cacereño y Melilla se citan en los juzgados

Los incidentes del Cacereño-Melilla se han convertido ya en una guerra dialéctica y en poco tiempo tendrá incluso carácter judicial. Los dos clubs han anunciado, por separado, que emprenderán acciones legales, en un caso por los hechos acaecidos (Melilla) y en el otro por las manifestaciones posteriores del entrenador andaluz, Miguel Rivera, en contra del Cacereño y su técnico y directivos.

Las declaraciones de Rivera el pasado lunes, parte de las cuales extractaba ayer este diario, se quedan en mera anécdota con las publicadas ayer en el Diario Málaga-Costa del Sol. Entre otras cosas, hablando del entrenador cacereño, Ismael Díaz, Rivera dice: "Tiene dos caras: una amable, filosófica, cortés y educada, que te invita a darle la vuelta, y otra rastrera; por eso, como pedazo de maricona (sic) que es, intenta metértela a las primeras de cambio; ésa es la mejor manera de explicar cómo es este personaje".

CALENTAR EL PARTIDO Rivera profundiza: "Durante la semana el señor Díaz, a quien tengo la desgracia de conocer, se había dedicado a calentar el partido con sus típicas estupideces, que suelen convencer a los más ingenuos porque no le falta buen vocabulario", dijo, para añadir: "Hubo un tiempo en el que solía acusarme de querer hacerle la cama cuando él dirigía al Málaga, por lo que es responsable de lo que sucedió, puesto que calentó el ambiente cuando yo nunca había estado allí, y nadie del Cacereño podía tener cuentas pendientes conmigo".

El entrenador del Cacereño, mientras, dijo que prefería no entrar a contestar, "aunque todo esto y lo que ha estado diciendo sobre el club y los cacereños se verá donde se tiene que ver, que es en el juzgado". Díaz recordó que él "no dijo nada durante la semana del Melilla y en el partido ni le miré", al tiempo que, sobre su condición sexual y la calificación de "maricona", afirmó que no le preocupaba "porque mi mujer no piensa que lo sea".

Mientras tanto, el propio Rivera recordó incluso el caso judicial del presidente del Cacereño, Félix Campo. "¿Qué se puede esperar de alguien así sino violencia y comportamientos detestables de los que le rodean?".

El Cacereño, que hizo público un comunicado en la noche del lunes en el que resalta que no es responsable de la agresión al técnico y afirma que Rivera provocó, lamenta el incidente, "desde la provocación a la agresión, y en igual modo por ser hechos que en forma alguna están en sintonía con el fair play, la filosofía deportiva de nuestro club, ni la idiosincrasia de la afición ni de la ciudad".

Finalmente, Francisco Benítez, presidente del club melillense, dijo ayer que "se presentará la correspondiente denuncia por los lamentables sucesos y se aportará el parte médico del técnico, que continúa trastornado físicamente y psíquicamente. Lo que Rivera pasó fue una auténtica encerrona", informa Efe.