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Tocando fondo

La sonrojante derrota del Cacereño en Olivenza (5-0) es un ejemplo más del deprimente momento que vive el histórico club extremeño. La goleada al equipo de Miguel Angel Mateos destapa las miserias del nuevo proyecto, asentado de nuevo sobre bases tambaleantes. El Villanovense incluso entrena el mismo día del partido. El Cacereño ni siquiera se prepara los sábados. Esta comparativa es sólo un dato más para subrayar que el club verde no es serio. En su día, a Angel Marcos se le echó por no poder dedicarse íntegramente a la entidad --aun así entrenaba todos los días que hacía falta-- y ahora se ha contratado a un técnico (nada en contra suya) que viene a lo sumo tres días a la semana. En fin, que esto toca fondo en tiempos de depresión.

*Periodista.

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