Sí, sí, sí... la copa de Túnez ya está aquí

Justo cuando en el video-resumen elaborado por los compañeros del Centro Territorial de TVE en Extremadura mostraba el momento en el que la selección española de balonmano recibía su copa de campeón del mundo, el propio trofeo, el original bromas aparte, hacía su entrada en el local donde se llevaba a cabo la gala. La gran copa conseguida por España en el Mundial de Túnez estaba en Mérida en pasado fin de semana como guinda a la tradicional entrega de trofeos de la territorial. A partir de ese inolvidable momentos fueron legión los que quisieron inmortalizar la cita y posaron ante las cámaras más sofisticadas o más improvisadas. La copa estaba en Mérida.

La Federación Extremeña de Balonmano que preside Benito González, y en la que Manolo Alvarez es una especie de piedra angular , se marcó un buen tanto. Bueno, en honor a la verdad varios. Más allá del efectista juego de la copa estaba el homenaje a Juan de Dios Román Seco, exentrenador, exseleccionador y extremeño de pro orgulloso de su nacencia y de poder ofrecer tanto título y tanto galardón. Junto a él debía de recibir la insignia de oro del balonmano extremeño Jesús López Ricondo, el presidente de la española y, además, el máximo responsable de que a Juan de Dios Román se le cortase la cabeza como seleccionador nacional. Y claro, aquel no apareció. Recogió la distinción en su nombre un vicepresidente, Augusto del Castillo.

Para que no faltase de nada, y aprovechando que estaba en la sala el almendralejense José Luis Argüello Garranchán, exárbitro internacional curtido en europeos, mundiales y juegos olímpicos, se reconocieron los méritos del que fuera pareja de Alfonso Martínez en un emotivo glosario que lideró, muy orgulloso, el propio Román Seco.

Otros reconocimientos

Justo antes de la importante relación de premios de la temporada, se hizo entrega de sendas insignias de plata a Pedro Montero Montero, Alvaro González Flores y José Arellano Galiano, "por su dedicación al balonmano extremeño durante tantos años", que rezaba el protocolo.

Justo antes del encuentro festivo en un restaurante emeritense, se disputó en el Pabellón Municipal de Deportes de Calamonte la final de la Copa de Extremadura de Balonmano, que resultó un interesante y competido espectáculo al que sólo le sobró algún poco gratificante gesto y alguna tardanza ya habitual por otra parte de los de siempre. En lo puramente deportivo, el APB Badajoz de Isaías Carrasco se impuso al BM Villafranca por 29-27. El choque, reñido y marcado por las alternancias en el marcador, fue seguido con intensidad desde un graderío dividido.