El fútbol extremeño acompaña a Campo en el entierro de su hijo

Félix Campo, presidente del Cacereño, tuvo que ser sedado en varias ocasiones ayer. El tremendo impacto que le supuso enterarse de la muerte de su hijo Dylan, de 4 años, hizo que el empresario salmantino se desvaneciese ya en el aeropuerto en el que se enteró del suceso ayer, sólo horas antes de asistir al entierro del pequeño, que falleció ahogado en la tarde del lunes en Salamanca.

Los concejales cacereños Lázaro García y José Joaquín Rumbo; el director general del club, José Ignacio Aguinaga; el vicepresidente deportivo, Juan Ojalvo; la plantilla verde y el entrenador, Miguel Angel Mateos; el extécnico del Cacereño Angel Marcos y su segundo, Javier Moreno o empresarios salmantinos como Juan José Hidalgo (Halcón) fueron algunas de las muchas personas que acompañaron ayer a Campo en el día más duro de su vida: sólo horas antes se había enterado, por boca de sus hermanos, del fatal desenlace. Fue en el mismo aeropuerto, a la vuelta de un viaje de negocios, más de un día después de producirse la cruel noticia del ahogamiento de su hijo en una piscina de un chalet de Salamanca.

"Estaba destrozado", contaba en el viaje de vuelta el concejal Lázaro García. "Ha sido un palo enorme para él", añadió el edil apenas una hora después de asistir al sepelio, al que tampoco pudo asistir la madre, tremendamente afectada. Las muestras de condolencia llegaron desde varios clubs de la región, como el Mérida, que se enfrenta el domingo al Baza, en el que juega el hijo del empresario como meta titular. EL PERIODICO EXTREMADURA se suma también al pesar de Campo y su familia.