Raúl Martínez y Fernando Galán: "Nos sorprende el nivel de los fisioterapeutas de Extremadura"

El 29 de junio de 2008 la selección española absoluta de fútbol se proclamaba campeona de Europa. Aquel grupo de jugadores pasará a la historia del fútbol por su brillante dominio del balón, por su espíritu de equipo y también por su intachable capacidad física. Gran parte del mérito hay que agradecérselo a los responsables de fisioterapia del combinado nacional. Raúl Martínez y Fernando Galán son dos jóvenes estrellas que tienen en sus manos la responsabilidad de tratar a los mejores jugadores del mundo. Recogen reconocimientos y halagos allá donde van. Durante el pasado fin de semana estuvieron en Badajoz para compartir sus conocimientos en el tercer nivel del Curso para Profesionales dirigido por el extremeño Julio Carmona, jefe de los servicios de fisioterapia de la Mutualidad Extremeña de Futbolistas y fisioterapeuta de la selección sub-21. Tanto Raúl como Fernando y Julio repetían experiencia, ya que también estuvieron presentes en ediciones anteriores de este curso especializado en técnicas de inducción miofascial, muy utilizadas en lesiones. El evento congregó a un grupo reducido de 24 alumnos.

--¿Cómo explicarían qué es la inducción miofascial y cuál es su aplicación en lesiones deportivas y extradeportivas?Fernando Galán: La inducción miofascial es una técnica de tratamiento manual, que consiste en buscar las zonas de rigidez, de restricción y de fijación de los tejidos musculares. Esas zonas de rigidez pueden desencadenar multitud de problemas y patologías tanto a nivel deportivo como extradeportivo. Hay que buscar esas zonas para generar una inducción manual y conseguir relajación.

Fernando Galán:

--¿Puede aplicarse en todas las partes del cuerpo?Raúl Martínez: Sí. Puede aplicarse en todas las partes del cuerpo en las que haya tejido conjuntivo. En el deporte, es una técnica beneficiosa tanto para prevenir lesiones como para solucionarlas. En cuanto a la vida normal, también ayuda con dolencias mecánicas y del aparato locomotor.

Raúl Martínez:

--¿Existe alguna técnica de inducción miofascial que usen con más frecuencia en lesiones deportivas?F. G.: En el mundo del deporte, al existir tanta exigencia física se necesitan técnicas de inducción directa para atacar los focos de mayor restricción. Lo que pretendemos en esos casos es trabajar localmente sobre el dolor.

F. G.:

--Estamos en el tercer nivel de este curso. ¿Creen que se está cumpliendo el objetivo?F. G: Totalmente. Creemos que el grado de satisfacción y compromiso de los alumnos es muy grande. Cuando hablas con ellos te aseguran que han mejorado con estas prácticas. Creo que hay un nivel muy alto de formación en Extremadura. Nos sorprenden los conocimientos de los alumnos en anatomía y en patología médica, pero sobre todo su ilusión y sus ganas de aprender.

F. G:

--¿Qué pueden decir de su trabajo con los jugadores de la selección? ¿Son buenos pacientes?R. M.: La verdad es que siempre comentamos que una de las claves del buen funcionamiento del equipo es el buen ambiente y la calidad humana que hay entre ese grupo de amigos que son. Todo eso, como en cualquier otro trabajo, facilita las cosas. Para nosotros es bastante sencillo tratar con este grupo.

R. M.:

--¿Cuál ha sido el momento más difícil?F. G.: Cada vez que se lesiona un jugador. Nuestro trabajo es tratar esas lesiones pero también ayudar a prevenirlas, por lo que nos duele mucho que un jugador causa baja, sobre todo si entendemos que podría haberse evitado.

F. G.:

--¿Resulta problemático el hecho de que los jugadores sean tratados por fisios distintos en su club y en la selección?R. M.: No. Precisamente lo que nosotros hacemos es tener relación con los fisioterapeutas de los clubs. Conocemos y hablamos con casi todos e intentamos ser una herramienta que puedan usar los clubs a la hora de buscar una segunda opinión sobre conceptos de trabajo. Nosotros continuamos su labor, prolongamos su función y aportamos lo que creemos necesario.

R. M.:

--¿Cómo es su vida cuando no están con el equipo?R. G.: Pues bastante intensa. Nos dedicamos también al ejercicio privado y a la enseñanza universitaria de postgrado. Y por supuesto, tratamos de estar lo más actualizados posibles en cuanto a los avances relativos a la fisioterapia.F. G.: La verdad es que nunca terminas de aprender. Como se suele decir "el que nada duda, nada sabe". Lo más bonito de este trabajo es ir conociendo nuevas posibilidades, nuevos científicos y nuevas aplicaciones. Es un reto continuo y para mejorar profesionalmente necesitas formación permanente.

R. G.:

F. G.:

--Hace mucho tiempo que conocen a Julio Carmona. ¿Qué ha significado para ustedes?R. M.: Es un amigo entrañable. Pero aparte de eso, a mí siempre me gusta reconocer a la primera generación de fisioterapeutas del deporte, como fue él, que nos abrieron el camino a todos los que hemos venido después. Es una referencia tanto como profesional como ser humano.

R. M.:

F. G.: