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CHEVROLET SPARK 1.2 LS+ - 81 CV - 164 km/h - 10.950 euros.

La chispa urbana

Mantiene el carácter urbano del Matiz pero se presenta con una mejor equipamiento y una imagen más moderna.

A lo largo de la pasada temporada, el segmento de los coches pequeños, llamados también urbanos, fue el único de todo el mercado que experimentó un incremento de ventas, ligero bien es cierto, pero incremento a fin de cuentas que es lo que vale.

Las razones de este crecimiento hay que buscarlas por un lado en un incremento de la oferta por parte de los fabricantes y por el otro en un mayor esfuerzo por parte de éstos en lanzar modelos atractivos, cada vez más polivalentes y que, en muchos casos, no solo cumplan con esa función urbana sino que también contemplen la posibilidad de poder utilizarse para trayectos interurbanos o algo más largos con todas las garantías de dinamismo,

Este es el caso que nos ocupa. Chevrolet ha retirado del mercado el pequeño Matiz y en su lugar ha lanzado el Spark, un modelo que, producido en Corea, se vende en todo el mundo. La sustitución lleva consigo una serie de mejoras respecto al Matiz que van desde una carrocería mucho más atractiva, hasta un diseño interior más moderno, pasando por un incremento de medidas que permiten que el coche esté homologado para cinco plazas, algo que no es frecuente en este segmento.

DISEÑO Y PRACTICIDAD Dejando a un lado el diseño exterior de la carrocería, mucho más moderno y atractivo que la del modelo al que sustituye, hay varios aspectos que sorprenden de entrada en el Spark. Por un lado el original diseño del salpicadero y en especial del cuadro de instrumentos donde se combinan el estilo digital y el analógico en sus relojes. También el diseño de la consola central destaca por su originalidad; en líneas generales está bien presentado y aunque los plásticos son duros, se ha hecho un buen trabajo con los acabados.

El aumento de dimensiones del Spark se traduce en un interior algo más espacioso. La zona trasera está homologada para cinco plazas, algo comprimidas si son adultos, pero que admiten muy bien a tres niños. En cualquier caso, hay espacio para las piernas y una buena altura libre al techo, lo que ya es mucho en este tipo de vehículos. Si hay que buscarle algún pero a estas plazas, sobre todo para los adultas es que su accesibilidad se ve algo mermada por la falta de espacio entre el montante central y la base de los asientos.

Delante, el espacio es suficiente como para que conductor y acompañante no vayan dándose codazos. Los asientos son cómodos, aunque algo cortos de banqueta; en cuanto a la posición de conducción, no se disponen de muchos reglajes de modo que es cuestión de arreglarse con lo que hay, mientras que la visibilidad es buena en todos los ángulos. Sorprende la cantidad de huecos repartidos por toda la parte frontal para guardar pequeños objetos además de una guantera de capacidad aceptable.

En cuanto al maletero, ahí las dimensiones no permiten malabarismos pero la posibilidad de abatir el respaldo trasero permite incrementar su capacidad; no hay rueda de repuesto, pero sí kit antipinchazos.

SUFICIENTE POTENCIA El motor de nuestra unidad de pruebas es el más potente. Se trata de un 1,2 litros que ofrece 81 CV, potencia más que suficiente para mover al Spark con soltura y alegría si decidimos salir a la carretera. Empuja con ganas desde un régimen muy bajo y no ofrece dificultades para acercarse a la zona roja del cuentavueltas en el paso por cada marcha. No hay que esperar grandes aceleraciones pero permite desplazarse a una buena velocidad de crucero; su capacidad de recuperación no es muy buena por lo que no hay que ser perezosos con el cambio y procurar que el motor gire siempre por encima de las 2.500 vueltas para tener una buena respuesta. En contrapartida, su nivel acústico es muy elevado en cuanto ya rodamos por encima de los 100 km/h y aquí es donde evidencia que se ha invertido muy poco en material aislante porque incluso el ruido de rodadura es bien evidente, lo que penaliza el confort de marcha.

Por lo que respecta al cambio, manual de cinco marchas, tiene un tacto preciso y los desarrollos están bien escalonados, aunque la quinta es un poco larga para favorecer los consumos. Estos son ajustados en todas las mediciones pero las cifras obtenidas están claramente por encima de las homologadas.

MEJOR DE LO ESPERADO Concebido como un coche urbano, el Spark sorprende en carretera por su dinamismo. En este sentido, los técnicos han sabido hacer un excelente trabajo ya que las suspensiones están bien equilibradas y aunque tienden a primar el confort de marcha, absorben bien las irregularidades y ±amarranO la carrocería en las curvas permitiendo un paso por curva a buen ritmo. La corta distancia entre ejes que tiene y que le concede una gran maniobrabilidad entre las calles de una ciudad por estrechas que éstas sean, también le permiten moverse en terreno sinuoso con una agilidad que sorprende.

La dirección no es muy rápida pero sí tiene un buen tacto en tanto que los frenos cumplen con su cometido ofreciendo el pedal un tacto bastante progresivo.

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