Un sonoro éxito para la memoria de Xavi Tondo

Xavi Tondo sigue en la memoria de todos. Es como una herida que cuesta y cuesta cicatrizar. Todos saben que seguramente ahora estaría peleando por la general del Tour y su bici no andaría muy lejos de las de Alberto Contador, Andy Schleck y Samuel Sánchez (perfecto ayer en Super-Besse). A la memoria del corredor catalán, fallecido en Sierra Nevada de la forma más absurda y tonta, dedicó Rui Costa el triunfo.

Y tampoco se olvidó el ciclista portugués de Mauricio Soler. El escalador colombiano viajó ayer en un avión medicalizado desde Suiza a Pamplona para ingresar en la Clínica Universitaria de Navarra. Lleva tres semanas en la Unidad de Cuidados Intensivos. Sufrió una brutal caída en la Vuelta a Suiza, cuando luchaba por la victoria.

Todavía es pronto para descartar lesiones que le pueden apartar del deporte profesional, aunque la recuperación es lenta.

El Movistar obtuvo ayer lo que ansiaba, por lo que ha acudido a este Tour: un triunfo de etapa. Alejandro Valverde todavía se hará esperar un año. Así que cazar y capturar etapas es el mejor botín que el conjunto de Eusebio Unzué puede ansiar en esta prueba, en la que también José Joaquín Rojas pelea por el jersey verde. El murciano se vio obligado a ceder la prenda a Philippe Gilbert, que fue segundo.

"Me acordé en la meta de mucha gente, de mi familia, de mis amigos, pero sobre todo de dos de mis compañeros: Tondo y Soler". Para Rui Costa, Tondo sigue siendo su compañero, sigue presente, sigue con ellos.

Tondo se hizo querer por quienes tuvieron la suerte de conocerlo y hasta de poder pedalear con él, aunque fuera más bien en plan de diversión.

Beñat Intxausti, el joven valor del conjunto español, fue quien presenció el fatal accidente de Tondo. Se cayó en la montonera del primer día y hasta el viernes por la tarde no supo que tenía una fractura en el codo derecho. Segundo abandono en el Movistar, tras el de Vasil Kiryenka. ¿Alguien sería capaz de montar en bici una semana con una fractura?