"Me dijeron que tenía en mí sangre de otra persona"

Escribió Blas de Otero en su poema Me llamarán, nos llamarán a todos , que "aquí no se salva ni Dios, lo asesinaron". Pues escuchado, ayer en Madrid, en una nueva sesión del juicio de la operación Puerto, el desolador testimonio de Tyler Hamilton, en la trama de Eufemiano Fuentes estaban todos, o muy pocos se libraron de sus tentáculos de sangre y productos prohibidos, en el pelotón que recorrió las carreteras europeas en la primera mitad de la década pasada. Culpó a Bjarne Riis de recomendarle al médico canario. A Alvaro Pino de acompañarlo en un "viaje colectivo" para doparse en Madrid e identificó como clientes de Eufemiano a varios compañeros del desaparecido Phonak, el equipo donde también dio positivo Floyd Landis con lo que perdió el Tour 2006.

Hamilton, el mismo que condenó al infierno a Lance Armstrong, el que ayer acabó pidiendo perdón por saltarse "las reglas deportivas", el excorredor que declaró por vídeo conferencia desde la Embajada de España en Washington, explicó que en el 2002, cuando vivía en Girona, cuando ocupaba el piso superior en la misma finca histórica del tejano, se citó con Fuentes en un área de descanso de la AP-7, entre Barcelona y Valencia. Fue la única reunión con Eufemiano en la que el facultativo no le sacó o reinfundió sangre. "Luego nos vimos 15 veces más; y en todas ellas o me sacó o me administró mi propia sangre". Un tratamiento que le costó entre 25.000 y 30.000 euros (medicinas aparte, pagos mensuales de 900 euros) en el 2002 y el 2003 y 50.000 euros en el 2004, porque "entre tres o cuatro de nosotros, según nos dijo, teníamos que pagarle el congelador de la sangre".

Hamilton pintó un catastrófico panorama para Fuentes, tan triste como el ciclismo en el que quiso ser estrella a toda costa para ganar una medalla de oro en Atenas 2004 que no sirve ahora ni de chatarra. A Eufemiano se le juzga por un delito de salud por lo que fue trascendental la afirmación de que en el 2003 el correo de Fuentes (Ali-Babá en la trama), Alberto León, que se ahorcó en el 2010, al ser involucrado en la operación Galgo, luego archivada, le reinfundió una bolsa de sangre en un hotel, sin conocimientos médicos.

LA FRASE DEL DIA Y más todavía cuando pronunció desde Washington la frase del día: "Di positivo en la Vuelta del 2004. Me dijeron que tenía sangre de otra persona en mi organismo". Dos años de sanción. El fin de su carrera, un dopaje que también le costó el título olímpico y que significó la ruptura con Fuentes. "Yo siempre identificaba mi bolsa, pero en el Tour del 2004 me reinfundieron una que no estaba en buen estado". Al mismo tiempo, su compañero en el Phonak, Santi Pérez, también dio positivo por idéntica razón. Llevaba en su cuerpo la sangre de otro. El abogado de la Unión Ciclista Internacional (UCI) trató de relacionarlos. Hamilton no lo desmintió. Es más, identificó a Pérez como cliente de Eufemiano porque su director de entonces, Pino, programó un viaje con él y otros dos integrantes de la escuadra (Oscar Sevilla y Quique Gutiérrez) para una transfusión colectiva en Madrid (junio del 2004).

El juicio prosigue el viernes, aunque no tendrá que declarar Contador, al renunciar el abogado de Manolo Saiz a su testimonio.